Mauricio Macri vuelve al Congreso para abrir un nuevo período de sesiones ordinarias, el último de este mandato, en un contexto económico que difícilmente podría ser peor, sumado al también complicado panorama electoral, donde no tiene ni de cerca su reelección asegurada.2018 terminó con una inflación histórica de 49,3%, que no se alcanzaba desde 1991 y dejó muy mal parado a Macri, quien había asegurado en campaña que “la inflación va a ser lo más fácil de bajar si soy presidente”. Por otro lado, en el último trimestre de 2018, el Producto Bruto Interno cayó 3,5% comparado con el mismo período de 2018. Al mismo tiempo, Macri llega a un Congreso que el año pasado se sacó chispas durante el debate por el aborto -uno de los pocos proyectos que se debatieron- que él mismo impusló en la anterior Asamblea Legislativa. ¿Cómo llegó hace un año, el 1 de marzo de 2018?
De mínima, el presidente llegaba a un Congreso con más diputados y senadores de Cambiemos, ya que en octubre de 2017 había ganado las elecciones. No obstante, el clima político no era el mejor luego de la aprobación -la imagen de Macri cayó y no se volvió a recuperar-, dos meses y medio atrás, de la Reforma Previsional. A pesar de eso, los datos económicos le sonreían. Si bien la inflación fue alta (24,8%), bajó comparado con 2016 y el PBI creció a 2,9%. El gobierno creía haber encontrado el rumbo, lo que la realidad tardó poco en desmentir. Ese mismo día, cuando habló del “crecimiento invisible”, Macri aseguró que habilitaría el debate por el aborto, que cinco meses después sería rechazado en el Senado.
“La inflación está bajando, la de 2017 fue más baja que la de 2016. La de este año va a ser todavía más baja”, dijo Macri cuando la inflación fue la más alta en 27 años.
Cuando el FMI todavía no aparecía en el horizonte, el presidente destacaba el gradualismo, “un camino en el que todos los argentinos estamos unidos por el esfuerzo”.
Y quedó una frase célebre: “Lo peor ya pasó y ahora vienen los años en los que vamos a crecer”.
2017
El primero año de gestión no había sido bueno en absoluto, una caída de la economía de 1,8%, sumado a una inflación 40,3%, superando las de épocas kirchneristas, siendo la inflación “lo más fácil de resolver”. A pesar de eso, el Congreso, con una interesante división de fuerzas, en la que el massismo hacía valer su peso, había aprobado varias leyes importantes para el gobierno. “Siempre supimos que el camino iba a ser difícil. Son muchos los que no quieren que las cosas cambien, los que resisten, los que ponen palos en la rueda”, comenzó. También hacía pronósticos sobre la recesión: “Superamos lo más difícil de esta transición y el país está cambiando”, aseguraba. Con los datos de pobreza frescos, los principales cañones todavía apuntaban a la herencia recibida. En pleno conflicto docente -que aún continúa- se esperanzaba con una Revolución Educativa en Argentina.Así y todo, la polémica se generó cuando dijo que “Baradel no necesita que nadie lo cuide”, mientras el dirigente gremial recibía amenazas de muerte.
“La tendencia es clara. Empresarios y trabajadores deberían tomar en cuenta esta tendencia y la meta de inflación de entre 12% y 17% del Banco Central para 2017”, dijo sobre la inflación, aunque superó los 25 puntos.
Hace dos años, Macri pidió por la Reforma Tributaria, que finalmente se aprobaría, junto con la Previsional. 2016
Recién llegado a la presidencia, el dólar cotizaba a $16 tras la salida del cepo cambiario, que derivó en un incremento de la inflación, con los datos escritos más arriba. A nivel político, Macri había disuelto el AFSCA a través de un decreto que derogaba la ley de Medios, Milagro Sala estaba presa hace un mes y medio, pero fuera del kirchnerismo, encontraba apoyo en el resto de los legisladores.
“La inflación es perversa”, dijo Macri en 2016.
En la esfera electoral, el presidente se esperanzaba con cambiar el sistema de votación e impulsaba la Reforma Electoral, que a fin de año caería por la oposición de los gobernadores.”Impulsaremos una ambiciosa reforma política. Ya estuvimos reunidos con todos los partidos políticos y hay consensos”.Hace tres años Macri prometía contar toda la herencia, algo que después no se tradujo, teóricamente porque Duran Barba dijo que “no era momento de dar malas noticias” en realidad más allá de la publicación de ‘El estado del Estado’. Hoy vuelve en lo que será el último de su primer mandato, ¿habrá un segundo? y el foco parece estar puesto en el ‘éxito’ de la política exterior y una aparente sensación de ‘normalidad’ que Cambiemos le devolvió al país, que ahora cuenta con ‘bases más sólidas’ para enfrentar sus crisis.
