Espías alemanes pelearían por mantener a Huawei fuera de la red 5G de su país

Aquellos de línea dura en el Gobierno de la canciller Angela Merkel están dando la pelea para que los decisores mantengan a Huawei Technologies Co. fuera de las redes móviles de quinta generación de Alemania.
A los supervisores de la seguridad cibernética les preocupa que Huawei pueda ayudar a China a robar secretos de compañías alemanas o incluso del estado, y están presionando por que se establezcan criterios estrictos sobre proveedores de equipos antes de que el Gobierno inicie el proceso de emisión de licencias 5G dentro de dos semanas, según tres personas familiarizadas con las conversaciones en Berlín.
Si bien el gabinete ha decidido que una prohibición absoluta del fabricante chino sería legalmente imposible, los funcionarios de la administración están exigiendo herramientas que les permitan bloquear el uso de equipos de Huawei.
El Ministerio del Interior, el Ministerio de Relaciones Exteriores y la inteligencia alemana se oponen al Ministerio de Economía y a los grupos de presión de la industria, que han dicho que dejar de lado a Huawei retrasaría el despliegue de tecnología 5G en años y le costaría al país miles de millones. El ministro de Economía, Peter Altmaier, ha dicho que cualquier restricción no puede implicar apuntar a compañías específicas, sino que tendrá que involucrar estándares de seguridad para todos los posibles proveedores de servicios.
Mientras que las negociaciones continúan, los voceros de la Cancillería Federal y los ministerios se negaron a hacer comentarios.
Tensiones con Washington
Huawei se ha convertido en la chispa que aviva las tensiones entre EE. UU. y Europa por la política de comercio y seguridad, ya que Washington amenaza con represalias contra cualquier gobierno que permita que los equipos chinos formen parte de las nuevas y cruciales redes ultrarrápidas. Con estas medidas, el Gobierno norteamericano ha expresado su desconfianza respecto del gigante tecnológico chino, pues considera que este es demasiado vulnerable a las presiones del Estado chino. Por lo tanto, sus redes podrían en teoría ser aprovechadas e intervenidas por el Gobierno de Xin Jinping para llevar a cabo estrategias de espionaje telefónico y de redes.
El jefe de inteligencia exterior del Reino Unido dijo el mes pasado  que una prohibición total de Huawei sería excesiva, mientras que el viceprimer ministro de Italia dijo que la inteligencia de su país no tiene preocupaciones de seguridad sobre los chinos. Ejecutivos europeos de telecomunicaciones, en una conferencia en Barcelona la semana pasada, se unieron para tratar de evitar cualquier prohibición contra Huawei.
Sin embargo, los funcionarios de seguridad en Alemania simpatizan más con las preocupaciones de EE. UU. y todavía no se dan por vencidos.

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