Valparaíso al rojo: impacto en la ciudad puerto tras decisión de empresa australiana de abandonar el Terminal 2


La decisión de la empresa Terminal Cerros Valparaíso (TCVAL), firma ligada al fondo australiano IFM, de recurrir al “way out” y poner término anticipado del contrato de concesión del Terminal 2 provocó impacto en Valparaíso.
La noticia representa un golpe para la economía porteña, porque Valparaíso pierde su mayor inversión, dado que la firma tenía proyectados US$500 millones en la obra. También, la decisión de los extranjeros abrió una temporada de “sacada de cuentas” políticas y puso el foco tanto en la estatal Empresa Portuaria de Valparaíso (EPV) y la alcaldía de Jorge Sharp.
A la hora de entregar sus razones para dar un paso al costado, la firma acusó “excesivas demoras -más allá de cualquier plazo razonable- en la tramitación ambiental del proyecto”. Según la queja de TCVAL, “el proyecto, a cinco años de su inicio, aún no cuenta con una RCA firme o ejecutoriada que permita iniciar la construcción de las obras”.
La iniciativa tiene Resolución de Calificación Ambiental (RCA) favorable, del 2 de octubre de 2018, sin embargo hay una serie de reclamaciones pendientes, incluidas de la Municipalidad de Valparaíso.
Los planes de EPV
El plan de TCVAL implicaba inversiones por US$ 500 millones para una concesión de 30 años, considerados desde 2013. Con el “way out”, la vigencia de la concesión expirará el 15 de abril de 2021.
En este escenario, la estatal EPV tomará las riendas del plan. Según su presidente Raimundo Cruzat, su foco será defender la RCA, a la espera de la aparición de nuevos inversionistas o bien que los australianos se arrepientan y retomen el proyecto.
Incluso, los contratos permiten que TVCAL pueda retomar el desarrollo del proyecto, para lo cual tiene plazo hasta el 15 de octubre de 2020.
En EPV están convencidos que el Terminal N° 2 “potenciará la actividad portuaria de Valparaíso, generará un positivo impacto a sus habitantes, y fortalecerá la oferta de infraestructura logística al servicio del comercio exterior del país”.
Las reacciones de los parlamentarios
Para los parlamentarios de la zona, el diagnóstico es desolador. “Esto traerá graves consecuencias económicas para Valparaíso”, dijo el RN Andrés Celis, mientras el senador PPD Ricardo Lagos Weber, pese a cuestionar el proyecto reconoció que se trata de “un fuerte golpe para Valparaíso”.
Según el senador RN Francisco Chahuán, “sin lugar a duda esto constituye un grave atentado a Valparaíso. Aquellos que pusieron trabas tienen que hacerse responsables de este golpe a nuestro puerto”.
Si bien Chahuán no identifica responsables, desde la derecha, el diputado Celis apuntó con todo contra el alcalde Jorge Sharp. A su juicio, los reparos del edil al proyecto, sumado a la posición que adoptó la autoridad comunal frente a las movilizaciones de los trabajadores influyeron en la decisión de TCVAL.
“No se puede dirigir una ciudad con una ideología. Esto demuestra una falta de timón en Valparaíso, el diagnóstico previo a que detonaran las movilizaciones portuarias y el vandalismo que no fue oído ni escuchado por las autoridades. Aquello, unido con la complicidad permanente del Alcalde Sharp, fue el detonante para que TCVAL terminara acogiéndose a una cláusula del contrato que le permite restarse de la iniciativa en marzo de este año”, dijo.
Celis es hermano del ex presidente de EPV, Ricardo Celis, quien fue removido de su cargo en diciembre, en medio de las movilizaciones.
Sharp exige una explicación
Y a Ricardo Celis apuntó justamente la crítica del alcalde Sharp. “Las autoridades anteriores de EPV no estuvieron a la altura y le deben una explicación a Valparaíso y al país. Las autoridades políticas han defendido el proyecto en lo público, pero en lo privado señalan que era un mal proyecto, el que a mi juicio no ha dado el ancho y ha estado profundamente cuestionado”, dijo.
Sharp se preguntó además “¿cómo es posible que la empresa, por cinco años, haya explotado el espigón sin realizar inversión alguna? Eso no se ve en ninguna parte del mundo”.
“Cuando tenemos proyectos fantasmas, cuando se ha especulado con el borde costero por más de 10 años, cuando la infraestructura portuaria se ha terminado regalando a precio de huevo pasan cosas como esta, y al final quién paga el pato no son las empresas, no es ni siquiera el Estado, es la ciudad de Valparaíso”, indicó.
Lo que viene
Respecto al futuro, las tareas son múltiples. “La lección que debemos sacar es que estos proyectos tan estructurales y grandes, que tienen un impacto tan radical en nuestra ciudad, la cual está en un proceso de cambios, y que debe definir un desarrollo económico y sustentable, requiere de mucho debate y diálogo previo”, indicó Lagos Weber, aludiendo al cúmulo de observaciones al Terminal 2.
Mientras, el senador Chahuán dijo que “vamos a seguir defendiendo la ampliación portuaria “queremos volver a insistir en que Valparaíso no puede renunciar a la ampliación portuaria, y por eso vamos a insistir en este proceso de 18 meses en la cual la titularidad del proyecto la va a asumir la Empresa Portuaria”.
Sharp, por su parte, aseguró que la determinación de TCVAL genera “altos grados de incertidumbre respecto a qué va a suceder con el espigón y con la tramitación ambiental que hoy día está en curso, es por eso que nosotros esperamos durante la próxima semana reunirnos con la EPV, de hecho tenemos una reunión para hablar de este y otros temas con Raimundo Cruzat el día martes, de tal manera que ellos nos puedan aclarar cuál va a ser la posición de la EPV de cara a lo que viene”.
El temor principal es que este traspié en Terminal 2 termine contagiando a otras iniciativa clave para el desarrollo de la región.  “Espero que esto no afecte el desarrollo de otras iniciativas como el tren rápido o el puerto para cruceros que son necesarios para la región”, cerró Lagos Weber.



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