De enero a diciembre y no solo cada 8 de marzo

Señor Director:
El 8 de marzo pasado, se conmemoró, en todo el mundo, el Día Internacional de la Mujer. Esa fecha, pero en 1857, cientos de mujeres de una fábrica de textiles, en la ciudad de Nueva York, Estados Unidos, salieron a marchar por los bajos salarios que recibían en comparación a los hombres.
Hechos más, o menos, como sociedad global no podemos estar ajenos a este hito histórico. Dicho acontecimiento marcó una era y una tendencia para que en el planeta se comenzaran a revindicar los derechos naturales e intrínsecos que le caben a la mujer en todas las esferas del quehacer social.
Han habido obstáculos, qué duda cabe, pero la humanidad ya está comprendiendo que el valor del respeto, la comprensión y el trabajo mancomunado entre hombres y mujeres por un mismo objetivo, traerá grandes e inconmensurables beneficios para las sociedades venideras. Pues, las futuras generaciones verán cómo la sociedad avanza a pasos agigantados en materia de igualdad y sana convivencia.
Como se dijo, existe un día internacional para conmemorar a las mujeres, por lo cual, reconocer la enorme contribución y legado que han dejado a lo largo de la historia, es un imperativo donde el equilibrio de roles entre hombres y mujeres -entendiendo que la corresponsabilidad y fraternidad social es el destino final en esta materia-, cobra relevancia absoluta. Transitar por la misma vía de la vida, nos lleva a continuar construyendo puentes de inclusión y dejando en el olvido la exclusión, un concepto que ya se está volviendo añejo en diferentes escenarios.
En un mundo cada vez más intolerable, debe quedar claro que las mujeres, sin cuestionamientos, entregan lo mejor de sí cada día con tal de dejar un huella de sabiduría y aprendizaje en el tiempo. Y no solo cada 8 de marzo, sino que en cada fecha del calendario de enero a diciembre.
Nicolás Ward Edwards
Periodista

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