El presidente Mauricio Macri envió el proyecto de reforma del Código Penal, cuya presentación había sido suspendida tres veces el año pasado, en medio de la discusión parlamentaria sobre el derecho al aborto. Este nuevo proyecto plantea fuertes regresiones en relación a los derechos sexuales y reproductivos de las personas gestantes e incorpora nuevos delitos. Además, deja a criterio de los jueces la posibilidad de eximir (o no) la pena a las mujeres que tomen la determinación de interrumpir su embarazo.Así, el proyecto que reemplazaría al del año 1921, mantiene la condena de uno a tres años de prisión para la mujer que aborte, pero abre la posibilidad de que “el juez pueda decidir si corresponde eximir a la mujer de la pena”. Desde Filo.News hablamos con la abogada y pionera de La Campaña por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito Nelly Minyersky sobre este proyecto, su peligro y el retroceso que implicaría si se aprobara en el Congreso.
Foto: Twitter.
“Te cuento por que es grave, primero porque sigue con la misma linea que el Código Penal actual. Sigue criminalizándolo ya que no respeta que la legalización del aborto es hasta las 14 semanas, como bien indicaba el proyecto que el año pasado aprobó la Cámara de Diputados. Es seguir en la misma situación y te digo que es peor, porque introduce nuevas figuras penales que no estaban en el de 1921”, indica Nelly.Una de las figuras a las que se refiere tiene que ver con el “aborto culposo”, ¿qué significa esto? Que si un médico le receta un medicamento para otra cosa y este le provoca un aborto, habrá sanciones que antes no existían. “Antes no tenía pena pero ahora en este nuevo proyecto, sí. Eso va a dar temor a muchos médicos y se complejiza más y más que los realicen. Inclusive los legales que ya bastante cuesta que se apliquen”, explica preocupada. Otra de las modifcaciones que perjudican el acceso a un aborto seguro es que, si bien, el nuevo proyecto hace énfasis en el causal “violación” dejando el tema mucho más claro, redefine el concepto de “salud”. “Nosotras nos manejamos con el concepto de salud que también está dentro de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y que tiene que ver con la salud física, psíquica y social de la mujer. Pero acá habla solo de la salud física o mental, eso restringe elementos valiosos y internacionalmente conocidos”, sostiene la activista.
Momento en el que el proyecto fue aprobado por la Cámara de Diputados de la Nación durante el 2018. Foto: Twiiter.
Por otro lado, pero no por eso menos grave, es que el proyecto habla de “lesiones a la persona por nacer” dándole así entidad y deslizando que el neonato o neonata son personas, ergo, tienen vida dentro del útero de la persona gestante. “Este proyecto en última instancia considera como persona al feto. Hasta ahora las lesiones al, por decirlo de alguna manera, feto, que se pueden producir en un aborto o en otras circunstancias nunca fueron penadas por nuestro código. No hay jurisprudencia que castigue a los médicos y eso es lo que quieren generar con este proyecto”, explica Myshersky. “Todos estos aspectos configuran y nos llevan a la convicción de que este proyecto es un firme retroceso. Niega la voluntad de millones de personas que llenaron las calles a favor de que las mujeres vivamos una vida sin violencia. Esto es algo que no podemos permitir, que un Código Penal nuevo, después de casi 100 años de vigencia, mantenga nuevamente a las mujeres con la penalización y negando sus derechos reproductivos y el derecho al propio cuerpo, es inaceptable”, agrega.A principios de abril, La Campaña Nacional por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito, presentará por octava vez un nuevo proyecto con dos modificaciones claves, el tiempo de gestación (14 semanas) y negará la objeción de conciencia de los profesionales de la salud al considerar al aborto como un derecho.
Ante este escenario, una modificación del Código Penal que refuerza el estigma del aborto y da legitimidad a “la persona por nacer”, es un claro peligro en este camino de búsqueda y conquista de uno de los derechos más fundamentales: decidir sobre nuestro propio cuerpo. “Esta es una maniobra que sigue poniendo a la Argentina en una situación en la que castiga a las mujeres en lo más profundo de su vida, en lo más profundo de su intimidad y a las mujeres más vulnerables. Este proyecto va a seguir siendo la causante de los 500 mil abortos ilegales anuales porque su estructura es todavía peor. Es una decisión política, una burla inadmisible y nada tiene que ver con una Justicia justa”, finaliza Myshersky.
