Greenpeace descalifica plan energético de AMLO



Los primeros días del gobierno de Andrés Manuel López Obrador se cumplen en medio de una lucha insuficiente y muy delicada respecto a los objetivos climáticos y los acuerdos internacionales que tiene México a favor del medio ambiente, así lo consideró la organización internacional Greenpeace, que tiene como fin la lucha social en pro del planeta. En entrevista telefónica para EL DEBATE, Pablo Ramírez, coordinador del proyecto de Calidad del Aire de la campaña de Revolución Urbana de Greenpeace México, explicó que mientras que el Ejecutivo federal ha ratificado el Acuerdo de París en la lucha contra la emisión de gases de efecto invernadero y la contaminación ambiental, contradictoriamente también ha lanzando políticas energéticas como la reactivación de las plantas termoeléctricas con el Plan Nacional de Refinación, además de las plantas de energía carboeléctrica que funcionan con la quema de carbón y la reducción de recursos asignados para mitigación y adaptación de los efectos del cambio climático en 36 por ciento respecto al del 2018.En concordancia con el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC) que desarrolló un estudio sobre el desempeño que ha habido con la estrategia nacional de cambio climático, Pablo Ramírez señaló que el trabajo que se está haciendo para lograr los objetivos planteados a favor del medio ambiente no han sido suficientes y no han estado conectados, «hablamos particularmente del tema de la política energética», puntualizó. Suspensión de subastas 
Desde la Ciudad de México explicó que existe la Ley de Transición Energética que pone como meta la creación de electricidad a partir de mecanismos renovables, y el país tiene como meta generar el 50 por ciento de la electricidad, para el 2050, a partir de energías renovables, por lo cual se realizan subastas energéticas en las que básicamente las empresas llegan para ofrecer costos de megavatios por hora, y el más económico obtiene la licitación.

Indicó que prácticamente el 97 por ciento de los proyectos que se han licitado durante las tres primeras subastas correspondieron a energías renovables, en su mayoría eólica, pero también solar: «Pero una de las decisiones que ha tomado el Ejecutivo y que nosotros consideramos que es un desacierto es que se canceló la cuarta subasta, entonces, si les pones freno a esos mecanismos que estaban impulsando la energía renovable, no solo eso, sino lo que se busca es reactivar las plantas termoeléctricas para generar electricidad, que son mecanismos altamente contaminantes, creemos que esto es un desacierto grave en cuestión de las metas que ya tenemos», argumentó. Contó que en la tercera y última subasta se ofertó el precio más barato para generar electricidad en el mundo, que era un poco más de veinte dólares por megavatio por hora, «eso nos muestra que la tecnología esta que es suficiente para producir energía y que ya es competitiva», añadió Ramírez. Reducción de recursos
Otra de las decisiones en políticas públicas que dijo hace ver a Greenpeace que la administración de López Obrador va en mal camino en cuestión climática es que para el ejercicio del 2019 hubo una reducción al presupuesto para mitigación y adaptación de los efectos del cambio climático respecto al que se tenía para el 2018, «eso es gravísimo, que si de por sí es poco el presupuesto que se está entregando, el hecho de que se reduzca afecta muy grave las capacidades del estado para implementar acciones y, por otro lado, por ley indica que ese tipo de presupuestos no pueden ser regresivos, debe aumentar año con año, no se puede retroceder. Es un tema bastante grave que no puede pasar», abundó. En tanto, el representante de Greenpeace reafirmó la existencia de juicio de amparo por parte de esta organización internacional por considerar que la reducción presupuestal de 61 457 819 955 pesos en 2018 a 39 125 536 166 pesos para 2019 es una violación del Congreso a los derechos humanos. Urbanización
El coordinador del proyecto de Calidad del Aire de la asociación internacional expuso que existen contradicciones, ya que, por un lado, el presidente Andrés Manuel se ha posicionado en contra del fracking, que es un método de extracción de gas y petróleo que consiste en someter a una fuerte tensión el subsuelo para fracturar la roca y recopilar el combustible; sin embargo, en el Presupuesto de Egresos del 2019 hay un rubro específicamente para la explotación de fracking. «Vemos este tipo de contradicciones, el incremento de la reproducción del sistema nacional de refinación, y la visión de una planta de refinación más en Dos Bocas, Tabasco, eso refuerza el modelo de consumo excesivo de combustible», añadió. En tanto, el experto Pablo Ramírez sostuvo que México necesita tener ciudades que se construyan con un diseño urbano más compacto y que dé prioridad al tema del transporte público, ya que es al rubro que menos se le invierte, y se tiene un transporte público deficiente, inseguro, anteponiendo así el uso de automóviles: «La política petrolera se sigue planteando como el eje económico, como un pilar en la economía nacional, como un eje de desarrollo de nuestro país, haciendo alusión todo el tiempo al modelo desarrollista del general Lázaro Cárdenas, y siguiendo en esta lógica de explotar el petróleo va completamente en discordancia con los objetivos climáticos que tenemos como país», finalizó.

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