En Chile, más del 80 % de los ciudadanos se informa del acontecer nacional e internacional a través de la TV abierta. El último informe del CNTV da cuenta que el mayor porcentaje de consumo, (cerca del 25%) justamente son los informativos. Un reciente estudio de la Universidad Pompeu Fabra ,”Análisis de la credibilidad de la información política en el entorno digital”, concluye que las noticias en televisión son un 70 % más creíbles que las “noticias” compartidas en Facebook y Whatsapp.
En tiempos de crisis para la industria, los informativos se abren como una posibilidad para el potenciamiento de los canales, sin embargo, en el último mes el CNTV recibió cerca de dos mil denuncias referidas justamente a los noticieros. ¿Qué está pasando?
En 1975, en un noticiario de TVN, con mi familia reunida frente a la clásica ANTÚ, vimos la conferencia de prensa de cuatro dirigentes del MIR que llamaban a la rendición de la resistencia. Tenía cerca de 8 años y recuerdo el frío que se coló por todo el comedor. Mi padre creyó completamente lo que vio. Mi madre llorando, dijo “deben estar obligados, quizás que les hicieron”. 35 años después, la propia Televisión Nacional de Chile en un esfuerzo periodístico y ético mostraron al país aquel burdo montaje de la Dina. El canal público a través de este reportaje reconocía la culpa por haber engañado durante tantos años a su audiencia. Roberto Garretón, jefe jurídico de la Vicaría de la Solidaridad, en el mismo programa “Los montajes de la Dictadura” respondió ante la pregunta del rol que jugaba TVN en tiempos del General Pinochet : “ eran los voceros de los mentirosos”.
El mundo y el continente (en Brasil el Presidente Bolsonaro ha propuesto celebrar el golpe militar) viven momentos de fragilidad institucional. En estos tiempos lo que más hay que cuidar es la Democracia. Cada informativo juega aquí un papel clave resguardando la dignidad de las personas, siendo veraz y garantizando la pluralidad de visiones.
Los canales deben mirar las cifras de denuncias con detención y capacidad de mejora. Observar históricamente lo que ha costado para sus funcionarios el recuperar la confianza de los televidentes perdida en la dictadura. No hacerlo sería dañar a sus equipos de prensa y rostros informativos, quienes teniendo la responsabilidad de informar lo noticioso, pueden permanentemente transformarse en noticia.
Cuando un noticiero se equivoca se nota con demasiada rapidez. ¿Errores técnicos? ¿Intencionalidad editorial? ¿Precarización de los equipos de prensa? Son preguntas que el país debe hacer y los canales responder.
Esperemos que esta avalancha de denuncias sea un punto de inflexión y quienes tienen la responsabilidad y propiedad de los medios, realicen los esfuerzos necesarios que permitan fortalecer los equipos de prensa técnica y éticamente. La Democracia y el pluralismo se lo exigen, de lo contrario, parafraseando a Vargas Llosa, haremos la pregunta: ¿Cuándo se jodieron los noticiarios?
Los televidentes no quieren que eso suceda. La democracia menos. Lo que a todos nos une es que los noticieros sean el ejemplo de televisión de calidad que todos los chilenos y chilenas quieren ver al llegar a sus hogares.
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