translated from Spanish: “La nueva reforma tributaria y el desarrollo de las instituciones políticas extractivas”

La idea de legislar una nueva reforma tributaria en Chile ha desatado polémicas tanto por su contenido como por las nuevas coaliciones políticas que se están cristalizando, particularmente, en el Congreso. La decisión de la Democracia Cristiana de apoyar al gobierno tiene impacCongreso
to en al menos dos áreas. Por una parte, generó una nueva crisis política en la centroizquierda y, por otra parte, permitió que los empresarios del país tengan una nueva oportunidad para seguir ganando. Esto, ya que con la propuesta del gobierno de Piñera los empresarios tienen posibilidad de aplazar pagos de impuestos y obtener devoluciones millonarias. En la práctica, significa un costo para la mayoría del país, ya que el monto es de aproximadamente 541.000 millones de pesos. ¿Te parece justo?
Este escenario, me hizo recordar el rol de las instituciones políticas y su relación con instituciones económicas. Parte de esta discusión está desarrollada por Daron Acemoglu y James Robinson en su libro “Why Nations Fail: the Origins of Power, Prosperity and Poverty”, que expone un estudio sobre cómo la política y sus procesos influyen en la toma de decisiones económicas, pues la prosperidad de un país se puede vincular a la relación entre el Estado, sus acuerdos, incentivos y comportamientos económicos. En el texto se diferencia entre las instituciones económicas extractivas y las instituciones económicas inclusivas. Son extractivas cuando sacan rentas y riquezas al conjunto de la sociedad para beneficiar generalmente a las élites (¿suena conocido?) y son inclusivas cuando aseguran propiedad privada, un sistema jurídico que es imparcial, servicios públicos que garanticen la igualdad de condiciones en contratos e intercambios, ingreso de nuevas empresas al mercado y donde el Estado garantice una serie de derechos debido a su capacidad coercitiva y su deber de promover el bien común.
En Chile, han existido una serie de eventos que permiten, legítimamente preguntarse ¿Chile está profundizando instituciones económicas extractivas? e ¿instituciones políticas están cooperando para esto? Es en esta parte donde me gustaría detenerme, ya que el Gobierno de Chile y alguna/os legisladores están usando las instituciones políticas como si fueran extractivas para favorecer a un grupo minoritario del país y que resulta ser el más rico, por lo tanto, estas instituciones se están subordinado a las instituciones económicas para que élites puedan salir beneficiadas en alguna toma de decisión, como por ejemplo, la idea de legislar esta reforma tributaria y el nuevo sistema de devolución de impuestos para trabajadores honorarios.
Lo que el gobierno de Piñera está intentando hacer es una relación sinérgica entre instituciones políticas y económicas extractivas, permitiendo que sean las élites quienes salgan beneficiadas de la gestión gubernamental consolidando, nuevamente, el dominio político que tienen los empresarios en Chile. Este panorama deja en claro que quienes apoyan las decisiones del gobierno, sus aliados y ahora, un cuerpo de la DC (no quisiera ser tan soberbia y meterlos a todos en un mismo saco) no están interesados en generar políticas redistributivas, sino que conducir a las instituciones públicas a sus propios beneficios, que como consecuencia perjudicarán a las clases más populares y a quienes no pertenecen a esta élite. El terminar con la gratuidad en la educación superior, esta nueva política tributaria, las condiciones laborales de trabajadoras y trabajadores honorarios preocupan mucho, ya que, ante la dispersión política o falta de consolidación de una oposición, el gobierno está diseñando instrumentos de políticas fiscales y económicas que están favoreciendo a la desigualdad de nuestro país.

El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.

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