Santiago no es Chile – El Mostrador


Señor Director:
Al país llegan día a día nuevas personas y salen muchas otras, eso está claro pero, ¿nos hemos puesto a pensar -en verdad- la cantidad real de habitantes en el país? Actualmente los habitantes de Chile según datos recogidos del Censo en el año 2017 por el Instituto de Estadísticas son 18.751.405 personas, bastantes si las comparamos con Paraguay que es uno de nuestros países vecinos que tiene un estimado según estadísticas del Fondo de Población de las Naciones Unidas de 7 millones.
Ahora, si vamos a planos nacionales y realizamos la siguiente comparación: La región Metropolitana tiene una superficie de 15,403 km² con una cantidad de habitantes aproximada de 7.037 millones y la región de Valparaíso tiene una superficie de 16,396 km2 y posee una cantidad de habitantes de 1.815.902. Observamos entonces una aberrante diferencia que puede afectar incluso al capital humano calificado. ¿A qué se deberá la diferencia?, ¿raro no? ¿Por qué no hay mayor cantidad de habitantes que quieran vivir en lugares menos poblados, menos saturados y opten por quedarse en la Región Metropolitana?
Hay una frase que como futura Administradora Pública la tengo bien grabada en la cabeza, la cual es “Santiago no es Chile”, es una frase muy cierta y poco aplicada, ya que, todavía se generan políticas públicas, programas, proyectos e incluso actividades sociales totalmente centralizadas y ahí está la clave del desarrollo, se debe ampliar el horizonte y la aplicación de futuras materias políticas en el país.
Según Lahera Parada las políticas públicas se pueden entender como aquellos “cursos de acción y flujos de información relacionadas a un objetivo público definido en forma democrática (…) desarrollados por el sector público y frecuentemente por la comunidad y el sector privado (…)”, frecuentemente por la comunidad porque sabemos que muchas veces las demandas de la sociedad no son escuchadas.
Acá se podría estudiar el caso de el “Transantiago” o bien, ahora llamado “Red” – sabemos que básicamente será lo mismo- el cual se encuentra recorriendo la región Metropolitana, aunque no en su totalidad, y que cuenta con un peculiar sistema de pago la “BIP”, mientras que a unos cuantos peajes, en Viña del Mar, todavía se cortan boletos.
Necesitamos con urgencia un Estado como red, aquel modelo de gestión pública flexible de instituciones y proyectos, el cual planea conectar, comunicar y colaborar. En donde la responsabilidad no esté enfocado sólo en gerenciar personas, sino que, en crear valor político en un aspecto multisectorial. En donde la descentralización ayude a cooperar entre servicios y organismos públicos y donde el uso de las tecnologías se fomente. Se necesitan políticas públicas enfocadas a nivel país pero adecuadas a cada territorio, no creando políticas sectoriales y generando un estanco de silos. Entonces podemos entender el porqué de nuestra Región Metropolitana saturada ¿o no?
Almendra Cortés Ravest, Estudiante de Administración Pública, UAH



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