Excesos en Semana Santa y el azúcar de los huevos de chocolate


En su origen, la Pascua comenzó como una fiesta religiosa en la que se celebraba la resurrección de Jesucristo. A través del tiempo, esta ha sido adaptada como una actividad familiar ligada a la búsqueda de huevos de chocolate. Las tradiciones son valiosas para mantener la cultura de las sociedades, sin embargo, en los excesos está el riesgo.
Desde el punto de vista epidemiológico, en Chile y según datos del Ministerio de Salud, dos de cada diez niños tienen caries a los 2 años de edad y a los 4 años la cifra aumenta a cinco de cada diez; a los 6 años la cifra sube a siete de cada diez niños con caries. Los niños con caries socializan menos y tienen frecuentes cuadros de dolor, inflamación y visitas al dentista de urgencia que es una situación bastante desagradable para ellos. Además de eso, la caries representa la principal causa de pérdida dentaria.
La Encuesta Nacional de Salud 2016-2017, analizó los problemas de salud crónicos, y señala a la caries entre las enfermedades con prevalencias más altas, con un 55% de población sobre 15 años afectada.
Actualmente no están en duda los beneficios que representa el chocolate: es un buen antioxidante y estimulante, ayuda a disminuir la presión arterial, además de ser antidepresivo y generar un innegable placer (muchas veces culpable).
Pero no nos confundamos: los beneficios mencionados se atribuyen al chocolate amargo, es decir, un porcentaje de cacao sobre 70%. Mientras más porcentaje de cacao más son los beneficios, mientras menos porcentaje de cacao, menos beneficios, más calorías, más azúcar. Y esa es la ecuación nefasta por estos días sobre todo para los niños: un exceso de consumo de azúcar incluido en huevos y conejos de chocolate, que comúnmente se confeccionan con chocolate de leche con poco (y a veces nada) porcentaje de cacao.
Es en estos momentos cuando nos olvidamos de la valiosa Ley 20.060 de etiquetado de alimentos, vigente en Chile desde el año 2016. Entre los vistosos coloridos de los huevos, es como si pasaran desapercibidos los sellos de advertencia “alto en”.
Ampliamente también podríamos hablar sobre la paradoja que implica que una fecha originalmente religiosa haya derivado en una lógica mercantilista que pareciera obligar a los padres a invertir sumas importantes de dinero en los dichosos chocolates para consentir a los niños. Cuesta abstenerse, mantenerse al margen sin convertirse en grinch, finalmente vivimos en sociedad y de alguna manera, todos nos dejamos llevar por las reglas que en ella se manifiestan.
Considerando que el mapa nutricional 2018 confeccionado por la Junaeb señala que un 24,6% de niños de Kinder, presenta obesidad y un 26,7% tiene sobrepeso, mi reflexión es a celebrar con moderación, conscientes de los daños que representa el consumo de azúcar excesivo en los niños, tanto para la salud bucal como para la salud general y tratando de no olvidar lo que representa la fecha, independientemente de la creencia que cada uno profese.

El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.



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