translated from Spanish: ARCHIVO| Agua bendita: las sospechas sobre el extraño emprendimiento ligado al obispo evangélico Eduardo Durán

A septiembre de 2018, los tres lotes que forman el predio en la calle Los Rosales –en el sector denominado Camino Las Parcelas de Isla de Maipo– tenían un avalúo fiscal de $55.136.958, un terreno a nombre del obispo Eduardo Durán Castro, padre del diputado RN Eduardo Durán Salinas, y en el que entre los días 8 y 11 de enero se realizará el campamento para jóvenes Soy Luz, cuyo costo por persona es de 30 mil pesos. Pero esa parcela, además, es la base de un prometedor negocio, a juzgar por la enorme cantidad de facturación que tiene, según los registros del Servicio de Impuestos Internos (SII).
En este terreno se cavaron dos pozos, desde donde se extraería y vendería el agua purificada de la embotelladora Sociedad de Inversiones Southern Waters Limitada, en la que figuran como socios los hijos del obispo, Carolina Durán Salinas y su hermano parlamentario. Actualmente, la embotelladora –cuya dirección comercial es Obispo Manuel Umaña 148 en Estación Central– no vende agua. Según confidenciaron gestores del proyecto, las pruebas de las aguas extraídas de los pozos en Isla de Maipo no fueron satisfactorias y, por lo tanto, se está buscando otra forma de producir. Sin embargo, desde que se constituyó la empresa en febrero de 2013, tiene un movimiento registrado en cerca de 5 mil facturas, que están a la vista del SII. El servicio mantiene en estricta reserva una indagatoria para verificar quiénes son las personas que han facturado y a cuenta de qué servicios, ya que, en la práctica, el agua no está disponible, el teléfono registrado no funciona y la página web esw.cl está caída. El giro con el que está registrada es amplio: “Envasado de agua mineral natural, de manantial y potable, venta al por mayor de otros productos NCP, sociedades de inversión y rentistas de capitales mobiliarios en general”, reza su descripción.
El año más difícil
Aunque fuentes al interior del SII reconocen que “el obispo es difícil de fiscalizar”, porque “él es la Iglesia y la Iglesia es el obispo”, las alarmas de eventuales irregularidades tributarias de Durán y su círculo se encendieron poco después que las del Ministerio Público, que a través de la Fiscalía de Alta Complejidad, a cargo del persecutor Felipe Sepúlveda, investiga el patrimonio del septuagenario líder religioso. La sospecha ya existía desde que los fiscales Carlos Gajardo y Pablo Norambuena detectaron, el año pasado, que el diputado Durán era una de las víctimas de la estafa piramidal que realizó la empresa AC Inversions, donde perdió $63 millones de pesos y la pregunta obvia fue de dónde había salido ese dinero.
En 2017, durante el Te Deum evangélico, cuando la Presidenta Michelle Bachelet escuchó los gritos de los asistentes en su contra, la entonces Mandataria consideró la posibilidad de reaccionar, pero una de las razones que la contuvo fue que minutos antes fue informada de que el Ministerio de Justicia estaba indagando a la organización que encabezaba Durán por posibles irregularidades a la Ley 19.638, que establece la constitución jurídica de las iglesias y limita los movimientos de sus respectivos patrimonios.

En agosto de ese año, la Contraloría General ya había puesto reparos por las franquicias tributarias que el obispo quería obtener para la International Pentecostal Holly Church (IPHC), iglesia estadounidense con la que se fusionó la Primera Iglesia Pentecostal de Chile desde febrero de este año, que ha sido investigada por lavado de activos en Sudáfrica y Brasil, y a la que pertenece el pastor Jimmy Swaggart, que en 1991 fue sorprendido con una prostituta en un auto, debió retirarse temporalmente del púlpito y vio caer drásticamente su línea de ingreso  más importante: las donaciones. Su hijo, Donnie Swaggart, estuvo en Chile durante ese controvertido Te Deum que encabezó Bachelet.
Desde ese día, las cosas se han ido cuesta abajo para Durán. En octubre de 2017, el Gobierno congeló la entrega de seis mil millones de pesos para reparar la Catedral Evangélica, que es Monumento Nacional. Al mismo tiempo, la Fiscalía iniciaba la investigación por lavado de activos que, según dijo Durán a Radio Bío Bío en junio, “carece de sentido” y que “los pastores estamos impedidos de poder demostrar nuestros ingresos”, en la única ocasión en que se ha referido a este asunto.
Amor y negocios
Teniendo en cuenta el explícito apoyo al Presidente Sebastián Piñera, con la llegada del actual Gobierno se acabarían los problemas para “Pin Pon”, como es conocido coloquialmente el obispo Durán por su tono de voz similar al del personaje infantil que interpretaba el actor Jorge Guerra. Pero ha resultado todo lo contrario. Según conocedores de la investigación, la Fiscalía tiene elementos para formalizarlo.
La PDI ya interrogó a una persona que resulta clave en el eventual lavado de activos por el cual Durán puede ser formalizado en las próximas semanas. Se trata de Alexia Fredes Núñez, de 74 años, quien reconoció haber mantenido una relación sentimental con el obispo, que es casado con Raquel Salinas, madre de sus hijos y quien tiene el titulo de “diaconisa” en la Catedral Evangélica. La Fiscalía tiene la lupa sobre Fredes, porque a través de ella se habrían efectuado traspasos de dinero irregulares desde el extranjero, presumiblemente desde la IPHC durante las negociaciones para la fusión.
La mujer, que registra como actividad comercial una librería de textos cristianos en Estación Central (donde actualmente funciona una casa de cambios), tiene –según el registro del Conservador de Bienes Raíces– un departamento a su nombre en avenida Pocuro 2026, desde el año 2007, que tiene un avalúo fiscal de $73.471.767, que no registra hipotecas ni gravámenes, ya que fue pagado al contado. A su nombre también están dos vehículos, un Chevrolet Cruze de 2015 y un Mazda CX 9 del mismo año. Los dos valen entre 8 y 11 millones de pesos.
Conocedores de la pareja sitúan el comienzo de la relación en los años 70. Durán, con menos de 30 años, era un empleado de ferrocarriles, fiel asistente al templo que precisamente se convertiría en un bastión de apoyo religioso a Pinochet, que introdujo el Te Deum evangélico a las celebraciones patrias en 1974. En esa época, Alexia Fredes estaba casada con Carlos Espinoza, actualmente abogado y ex funcionario de la Policía de Investigaciones. La pareja junto a Durán y su esposa, de acuerdo a testigos de la época, fueron amigos durante años, pero la relación se quebró cuando Durán y Fredes comenzaron una relación extramarital. Fredes y su marido se separaron definitivamente, “anulando” su matrimonio en 1996.
No sería sino hasta 2005 cuando Durán, gracias a su talento político, logra convencer al resto de los pastores que lo nombraran obispo de la Catedral Evangélica, el puesto que ocupaba Javier Vásquez Valencia, el poderoso obispo de quien Durán fue secretario y que había fallecido dos años antes. Ese año, Durán paga al contado un departamento en calle Napoleón 3670, en el tradicional barrio El Golf de Las Condes, y el organismo persecutor sospecha de la manera en que Alexia Fredes, entre 2005 y 2013, incrementó su patrimonio que hoy alcanza los $350 millones, teniendo en cuenta que su única actividad registrada es la librería de textos cristianos que hace años no funciona.
Días clave
Particular es el período entre 2013 y 2017 en que Alexia Fredes aparece emitiendo boletas a la Primera Iglesia Pentecostal de Chile, por un total de $150 millones por servicios de “traducción e intérprete” a la entidad. Oficialmente, la mujer explicó a la policía que se trató de un servicio en el marco de las reuniones con los representantes estadounidenses de la IPHC. De hecho, aparece fotografiada en actividades con estas personas, descrita como una “exitosa mujer de negocios de Chile” en el perfil de Facebook de la IPHC.
Pero cercanos a la pareja dudan de esta versión, ya que los estadounidenses traen traductores y el propio obispo tuvo una estadía académica en Estados Unidos, donde estudió teología a fines de los 60. La razón, argumentan, es el quiebre definitivo entre el obispo y Alexia Fredes en 2013, luego de que fuera sorprendido con quien figura como su actual pareja, Ruth Sepúlveda Loyola, a juzgar por las románticas fotografías junto a Durán que aparecen en su perfil de Facebook. Las boletas a Fredes serían la manera de justificar este pago y, ante cualquier sospecha legal, la mujer puede probar su excelente dominio del inglés.
La parcela en Isla de Maipo es la última de un nutrido portafolio de 28 propiedades que incluye departamentos, casas y estacionamientos. Hasta ahora la investigación solo se centra en Eduardo Durán Castro, pero las sospechas sobre la verdadera naturaleza de Southern Waters LTDA podría dirigir la atención hacia su hijo parlamentario. En este contexto, la Fiscalía evalúa pedir medidas intrusivas para indagar en las cuentas del diputado RN.
Consultado por El Mostrador, el obispo Durán no estuvo disponible para responder preguntas para este reportaje.
N de la R: “Desde la Fiscalía Oriente podemos señalar que no fuimos contactados por este medio para la realización del artículo, por lo que la información en que se refiere a las intenciones de futuras acciones del Ministerio Público carece de fundamento”.
Link a la nota original.

Original source in Spanish

Related Posts

Add Comment