Johanna Hernández pide perdón a la familia de Nibaldo Villegas y culpa a su actual pareja del crimen: dijo que “tenía que desaparecer”


Johanna Hernández, la expareja del profesor Nibaldo Villegas, renunció este lunes a su derecho a guardar silencio, contando detalles de crimen que terminó con la vida del docente.
Hernández en su relato ante el Tribunal Oral, dijo que “les pido perdón a a la familia, siento mucho su dolor”. Pero antes que eso, culpó al otro imputado, su actual pareja Francisco Silva, del asesinato de Villegas.
“Francisco empezó con el asunto de que Nibaldo no tenía que existir, tenía que desaparecer. No le tomé importancia”, dijo Hernández.
Ella no le tomó importancia a lo que decía Silva ya que, según contó ante el juez, él ejercía violencia en la pareja, “porque los que le pegan a nosotras son muy machitos, pero con otros hombres se achunchan (sic)”, dijo.
“Manejaba mis claves de Facebook, incluyendo el Poder Judicial. Cualquier cosa que no le gustaban, eran golpiza. No denuncié porque sentía culpa. Francisco me hizo un contrato de sumisa. Decidía qué ropa me ponía y con quien hablaba”, agregó.
Hernández también confirmó que el plan inicial era drogar a Villegas y hacer pasar aquello como un suicidio. Para este fin, al docente se le suministró clonazepam. Pero éste súbitamente despertó.
“Se escuchaban como golpes (…) y escuché que Nibaldo decía ‘¿qué hacís acá hueón enfermo?’. Después de eso bajó Francisco todo ensangrentado, en una mano tenía el cuchillo (…) y le digo “¿qué hiciste hueón?’ y me dice ‘este conchasumadre despertó así que le corté el cogote. Quedé en estado de shock (sic)”, contó.
“Y se escuchaba cómo Nibaldo se quejaba arriba (segundo piso), dijo que iba a subir, que le iba a enterrar un cuchillo para que dejara de sufrir. Le dije ‘déjame subir, déjame ayudarlo’ y me dijo ‘no hablís hueás‘, quédate abajo (sic)”, añadió.
“Después de 20 minutos (…) me dice ‘ya sube’. Me encuentro arriba con un bulto a los pies de la cama, estaba envuelto en las frazadas, los cobertores. Estaban solamente las sábanas en la cama (…) La cama estaba llena de sangre”, agregó.
Posteriormente, ella debió limpiar el sitio del suceso con cloro tras lo ocurrido y que luego subieron el cuerpo al automóvil de Silva.
Hernández indicó que actuó bajo un miedo “insuperable, por el temor de que Silva le hiciera algo a sus hijos”.



Source link

Related Posts

Add Comment