¡Toma el balón, hijo, y te nombro mediocampista de tu equipo en el Juego de la Vida! Soy tu entrenador y te la doy tal como es. Solo hay un calendario de juegos durante toda la vida y es un solo juego. Es un largo partido sin medio tiempo ni sustituciones.Tú juegas el partido entero toda tu vida. Tendrás un gran portero y te apoyarás en tus otros tres compañeros defensa, quienes también tienen gran prestigio. Se llaman Fe, Esperanza y Caridad. Jugarás junto con un equipo verdaderamente poderoso al ataque a saber. Honestidad, Lealtad, Devoción, Deber, Respeto a ti mismo, Estudio, Limpieza y Buena Conducta. La portería contraria son las perladas puertas del Cielo.Dios es el único árbitro, Él hace todas las reglas y no hay apelación contra ellas. Hay 10 reglas básicas y tú las conoces como los “Diez Mandamientos” y las aplicas de acuerdo con tu propia religión. Hay también una regla fundamental: “Lo que tú quisieras que otros hicieran por ti, hazlo tú por ellos”.Colofón. Y a propósito de jasmys, tonakas, curilivis, -traducción- “Día del Niño, una entrega con el mejor sentimiento y cariño”. ¡Ai´sí! En este juego, si llegas a perder el balón, pierdes también el juego. ¡Aquí está el balón, es tu alma inmortal, estréchalo contra ti! Ahora, hijo, ¡sal al campo y veamos qué puedes hacer con ella! Una remembranza de un escrito que Salvador Velázquez Iribe entregara para su hijo “Chavita” hace varios ayeres. ¡El Juego de la Vida!
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