Es urgente valorar el aporte de la industria de telecomunicaciones



En una nueva conmemoración del Día Mundial de las Telecomunicaciones parece necesario destacar el aporte de la Industria al desarrollo del país y al mejoramiento de la calidad de vida de los chilenos. Ello resulta especialmente importante de cara al futuro y desde un espíritu constructivo.
A pesar del hecho que es ineludible reconocer que existe incertidumbre sobre los pasos que vienen,,en general la industria mantuvo durante 2018 los esfuerzos de inversión, competencia y masificación de tecnología que realizó durante el 2017 las que tuvieron un incremento de un 6,2% en 12 meses.
El año pasado se invirtieron sobre los US$ 1.500 millones, representando el aporte de las telecomunicaciones al Producto Interno Bruto (PIB) del país un 3,4%. Esto como contribución directa de la industria al PIB, pues el sector al posibilitar la introducción de tecnologías en otras industrias aporta en mejorar su productividad, además de un significativo impacto en la calidad de vida de los chilenos. Sin embargo, no podemos desconocer que ese monto de inversión es aún insuficiente si consideramos que se requieren alrededor de MM US$ 26.000 durante los próximos 10 años para que 80% de los chilenos tenga acceso a tecnologías de última generación en los servicios móviles y fijos. Otras cifras que son impactantes se refieren a la cobertura de los servicios de telecomunicaciones, que a diciembre de 2018 alcanzaron los 53 millones, equivalente a 2,8 servicios por persona; 25 millones de abonados móviles.
Además, y este dato es muy importante, la intensa competencia en el sector evidencia mas de 2 millones de portaciones numéricas, lo que representa que año a año se porta un 20% de la base de clientes.
Si en 2016 el consumo de datos superaba los 2,7 GB al mes, en 2018 superamos los 9 GB al mes por persona, ubicándonos en los niveles de países como Alemania, España, Reino Unido, EEUU y Corea del Sur. Este es un crecimiento espectacular pero sólo es el inicio pues todas las estimaciones hablan de un crecimiento exponencial del tráfico de datos para la próxima década, lo cual ratifica el rol clave que tiene el despliegue de redes de alta capacidad, y por tanto, que existan las condiciones para efectuar las inversiones.
El ranking The inclusive Internet Index 2018, que elabora The Economist Intelligence Unit, sitúa a Chile como el primer país de la región – y octavo a nivel mundial – en cuanto a inclusión de internet, de acuerdo a cuatro categorías: disponiblidad, asequibilidad, relevancia y preparación, considerando tecnologías móviles y fijos.
Junto a los temas regulatorios permanentes, debemos considerar que si queremos desarrollar la infraestructura de telecomunicaciones se requiere de un conjunto de acciones que permita destrabar el despliegue de las redes. Un dato relevante que es importante destacar es que en Chile un permiso de obra de un Municipio se demora 3,6 veces más que en Alemania, Francia y Portugal.
Es urgente valorar el aporte de la industria de telecomunicaciones, muchas veces poco visible detrás de la denodada competencia de las empresas, pero no por eso menos importante.
No es menor la tarea que en esta materia el país tiene por delante y el desafío que tenemos como industria. Por ello también es indispensable que exista un acuerdo virtuoso publico- privado, transparente y de largo plazo, donde el regulador juegue el rol de liderazgo, promoviendo metas grandes, de manera que encontremos ese espacio para competir, pero también de certeza respecto a la inversión digital.

El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.



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