¿Hacia dónde quiere remar el gobierno?


Señor Director:
La cuenta pública ‘prime’ del Presidente, donde gran mayoría de chilenos debido al horario pudieron apreciar, dejó varias grietas en las relaciones que pueda establecer el gobierno y la oposición. Un gobierno cuyo slogan conciliador y “Aylwinista” cayó de sopetón después de los grandes anuncios en clave de contrarreforma: reducción del parlamento, modernización tributaria y desconocidas en la reforma de pensiones.
¿Como se puede ser concensualista y pretender romper acuerdos transversales? El gobierno aquí comete errores de principiante; Al tener una oposición que está legislando como un congelador, utilizar una cuenta pública para romper los escasos puentes que quedaban con sectores opositores, fue tronchar el discurso del consenso y llevarlo a que esta vez, el gobierno le hablaba a sus votantes, no ha sus posibles aliados, dando a entender la preocupación inmediata que tiene el gobierno después de los errores en el viaje a China.
Algunos dirán que esta estrategia beneficia de cierta manera las valoraciones al gobierno, y es que Piñera se empieza a preocupar por las encuestas en periodos donde el trono de presidente empieza a titubear, en esta clave, el gobierno pretende evitar la anticipada carrera presidencial de su sector, conectando con los ciudadanos y especialmente con sus votantes, con reformas que simbolizan el por qué de su reelección.
Ahora bien, la pregunta es clara, ¿Donde va a remar el presidente?, al sector que probablemente le entregue la mayor cantidad de puntos posibles a la hora de negociar salidas a sus proyectos emblemáticos (Democracia Cristiana) o se refugiará en los partidos que hoy los respaldan. Tal parece que la decisión no acepta claroscuros: es una o la otra.
Me resultan dos salidas viables para el gobierno, Primero, si aún existe la voluntad de construir puentes con sectores opositores, estos deben ser inmediatos, formar una especie de ‘Concilio de Trento’ e instruir a sus posibles aliados de puntos que sean inamovibles y atractivos para sobrellevar lo que queda de legislatura, como también arar el terreno para las elecciones municipales. Segundo, concretar -aunque suene imposible- el guiño a la galería respecto a la reducción del parlamento. anuncio que es tremendamente contraproducente como lo digo anteriormente, por que es precisamente un movimiento natural cuando existen reformas electorales (los parlamentos tienden a ampliarse), como también el sentido del consenso en aquella reforma del último periodo de Bachelet.
Ciertamente, con la cuenta pública, Sebastián Piñera justifica su 33% en las encuestas, es un gobierno que no avanza en oportunidades importantes como fue la de este sábado y comete errores infantiles hasta en escenarios que parecen protocolares en cualquier libro de política. La cuenta pública nos dejó a un presidente tratando de remar bajo tormentas y trombas marinas y con poca capacidad de salir de ellas.
Felipe Espinoza Arce
Ciencia Política y Relaciones Internacionales U. Alberto Hurtado



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