Experto en sociología medioambiental: “Para avanzar a la era post carbón necesitamos futuros, y varios”


“Si pensamos en la descarbonización, todo lo que tenemos fue generado en un contexto de alto carbón. Nuestros zapatos, computadores y lo que te sirves a la hora de almuerzo. No podemos imaginarnos vivir sin todo ello, por lo que todo esto tendrá que ser rediseñado. Para que nos atraiga la felicidad del futuro post carbón, debemos crear algo nuevo, necesitamos futuros, y varios”. Esa es la propuesta de Damian White, para la que también ofrece un camino: el diálogo entre las ciencias sociales y disciplinas proyectivas como la arquitectura y el diseño.
El decano de Artes Liberales de la Escuela de Diseño de Rhode Island es, además, sociólogo y teórico político, con una larga trayectoria en la investigación de la sociología del diseño, la reutilización adaptativa y la ecología política urbana. Espacios en los que convergen conocimientos desde distintas especialidades para analizar las crisis sociales, políticas, económicas y medioambientales por las que atraviesa el planeta.
Si tradicionalmente el diseño está asociado a los productos de consumo, White enfoca su trabajo en ficcionar futuros post carbón, enfocados en la mano de obra, feministas no sexistas e, incluso, desde las especies no humanas. “Es preciso alejarse de la economía materialista, las relaciones actuales están mal enfocadas y deben subsanarse primero. Pero para ello no debemos plantear sólo la austeridad, sino que pensando en los placeres y las posibilidades que no residen en la carbonización”, enfatizó el sociólogo de visita en la Universidad Diego Portales.
En su estadía en Chile realizó un taller y una charla sobre transiciones justas y el diseño necesario para implementarlas junto al Núcleo Milenio de Energía y Sociedad, parte de un ciclo de conversaciones para explorar el rol que cumplen las ciencias sociales en este momento de crisis planetaria.
Para Martín Arboleda, investigador del centro y del Observatorio de Desigualdades UDP, este diálogo se da “precisamente en un momento donde la gran parte de la teoría social y la teoría crítica se habían quedado en una denuncia. Por décadas se dedicó a caracterizar el listado de las cosas existentes. Sin embargo, con el cambio de siglo, y hace unos años especialmente cuando se agudizó la crisis, surgió la necesidad de trascender ese registro, de negativa y de denuncia, y pasar a algo más afirmativo”.
Transiciones justas / Diseño para las transiciones
A la hora de planificar transiciones, explica White, el diseño cuenta con una gran ventaja ya que “como una práctica social profundamente materialista, agencial y, a menudo, utópica, ha estado a menudo a la vanguardia, impulsando otras visiones para vivir de manera diferente”. A esto ha llamado diseño crítico, donde conviven el activismo y la innovación social para generar futuros especulativos.
Una de las misiones de esta disciplina es plantear entre los tomadores de decisiones la idea de que existen problemas sociales, tecnológicos, ecológicos o políticos que pueden requerir soluciones colectivas, nuevas formas de innovación institucional, experimentalismo democrático o quizás transformaciones de nuestras relaciones sociales. “Se requiere un debate público sobre el futuro, o que el debate político pueda sacar su vitalidad de las visiones en conflicto de diferentes futuros”, plantea en su proyecto Critical Design / Critical Futures (CD/CF).
Su invitación a pensar políticamente requiere pensar en estos futuros, en las transformaciones de las relaciones sociales y de las relaciones materiales. White, sin embargo, también aclara que este Diseño crítico no reemplaza la crítica social, sino que potencialmente agrega contenido material o como una capacidad humana para actuar en el mundo, prefigurar y materializar estos cambios.
Los puntos entre ambas disciplinas ya no es ficción. Tal como el sociólogo ejemplifica, experimentos de cultivo en huertas urbanas, economías solidarias o sistemas de energía distribuidos tienen en común su potencial de atraer el activismo del diseño y los movimientos sociales hacia un compromiso directo con la teoría crítica, la economía política y las ciencias sociales críticas.
No cualquier futuro
White plantea que vivimos con miedo ante la crisis climática, el que se intensificó con la desilusión ante ciertos actores que nos iban a salvar (el progreso tecnológico, líderes políticos, etc.) y que no lo lograron. Esto abrió la puerta a personajes populistas que perpetúan el modelo del carbón con la retórico del it’s-too-late-o-ceno (el “es-demasiado-tarde-o-ceno” aludiendo al paso del holoceno al Antropoceno).
Para superar este “medioambientalismo resignado” o “parálisis melancólica”, las transiciones deben ser creadas, superando el cuestionamiento a dónde están los límites para el crecimiento y entendiendo que los actuales patrones de consumo son insostenibles.
“Sí, hay visiones futuras aún comprometidas con el debate político general. Pero, ¿qué son ?: la interminable continuación del presente neoliberal; Modos apocalípticos del ecologismo; Temores distópicos del regreso del califato”, plantea White también en su proyecto CD/CF. Y culmina proponiendo una alternativa: “una ruta productiva para generar múltiples visiones de futuros podría cultivarse a través de una alianza entre las formas críticas de diseño, la teoría crítica y las ciencias sociales críticas. Desarrollar esta discusión no será fácil. A través del compromiso, ambos pueden tener que convertirse en algo bastante diferente.”



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