¿Qué tienen en común Emilio Lozoya y Alejandro Gertz, el fiscal que lo investiga?


El 26 de agosto de 2015 Alejandro Gertz Manero, entonces rector de la Universidad de las Américas, otorgó a cuatro abogados un amplio poder legal para iniciar a su nombre una denuncia y representarlo en el proceso penal contra la probable responsable de la muerte de su hermano. 
Los abogados que convirtió en sus apoderados, según la escritura 118 mil 191 a la que se tuvo acceso, fueron Javier Coello Trejo, Javier Coello Zuarth, Juan Carlos Zuarth Interiano y Enrique Montero Escalona. Todos ellos trabajan en el despacho Coello Trejo y Asociados S.C.
Dos días después, el viernes 28 de agosto de 2015, el abogado Javier Coello Trejo acudió a presentar una denuncia en la que responsabilizó a la señora Laura Morán Servín y sus hijas de abandono y omisión de cuidados en detrimento de Federico Gertz. 
En la denuncia Coello narró que el 4 de agosto se reunieron los hermanos Gertz. Esa fue la última vez que Alejandro vio en buen estado a Federico pues veinte días más tarde, mientras estaba en su oficina de la colonia Roma, en la Ciudad de México, recibió una llamada de la señora Laura para decirle que su hermano estaba agonizando.
Casi de inmediato, Alejandro acudió a la casa en la colonia Lomas de Virreyes, donde vivían Federico y Laura. Su hermano respiraba con dificultad, se encontraba inconsciente, en supuesto estado de abandono y —según su versión— sin atención médica adecuada, por lo que llamó a médicos y se propuso hacer “hasta lo imposible” por salvar su vida.
Dos días después, según el relato de los hechos, Laura Morán llamó de nuevo a Alejandro para decirle que debían desconectar los aparatos y retirar los medicamentos que mantenían vivo a Federico para evitar que sufriera, a lo que Alejandro respondió que por ningún motivo permitiría la muerte de su hermano. 
La denuncia fue amplia, pero básicamente responsabilizó a la señora Laura de negarle a Federico la atención médica adecuada. La situación se agravó en semanas posteriores ya que, aun cuando gracias a la primera denuncia se consiguió que Federico fuera trasladado al hospital ABC, éste falleció un mes después de que Coello presentara la acusación. 
Por ese motivo Alejandro Gertz presentó una segunda denuncia por homicidio que se integró a la primera. El caso quedó radicado en la averiguación FMH/MH-3/T3/00259/15-08 y su acumulada FAO/A01T3/01509/15-09.
En marzo de 2016, los agentes al frente de la pesquisa determinaron el no ejercicio de la acción penal al concluir que Federico Gertz había muerto por un infarto y recibió los cuidados necesarios, por lo que no había delito que perseguir. 
Alejandro Gertz no cedió y se amparó para que continuaran las investigaciones. Incluso denunció a los agentes del Ministerio Público que decidieron no ejercer acción penal y, en este caso, el hijo de Coello Trejo, Javier Coello Zuarth, ha fungido como testigo en favor del ahora Fiscal General.
Desde la presentación de la denuncia penal y hasta 2017, cuando el caso se reactivó por la interposición de amparos, el despacho de Coello participó activamente en la averiguación. En el expediente de la Procuraduría se encuentran asentadas en más de mil hojas las decenas de diligencias, actuaciones, interrogatorios, nombramientos, escritos y notificaciones, presentados por Coello Trejo y los abogados que autorizó. 
Entre los más relevantes se encuentra la petición de Coello para que los bienes de Federico Gertz y sus cuentas fuesen congeladas para evitar un posible saqueo de las mismas, o el que promueve el 22 de octubre de 2015 Coello Zuarth para que el caso se cambie de agencia del MP, pues consideraban que los agentes responsables no estaban actuando debidamente, algo que, finalmente, la Procuraduría desestimó al señalar que se estaba atendiendo lo que se pedía.
También destaca el amplio escrito de más de 25 cuartillas que Coello Trejo presentó el 17 de marzo de 2016 cuando se inconformó con la pretensión del MP de cerrar el caso. Pero estas no fueron las únicas diligencias en las que intervino. Con el poder conferido por Gertz, designó a 18 abogados para que participaran en el caso. 
Entre los abogados autorizados, que no pertenecían al despacho de Coello, fueron nombrados Juan Ramos López, Alfredo Concepción Ramírez Guerrero, Gustavo Gutiérrez Calderón, Hilario Sánchez Cortés y Rodrigo Valdez Cristerna, quienes llevaron el caso a partir de diciembre de 2017. 
Desde el inicio de la pesquisa y hasta el 20 de diciembre de 2017, el domicilio del despacho de Coello en la colonia San José Insurgentes fue autorizado para recibir las notificaciones de la PGJCDMX. Después de esa fecha, Gertz señaló un nuevo domicilio que sigue vigente en un departamento en Río Churubusco 230, en Coyoacán.
No obstante, Coello y demás abogados mantuvieron su calidad de apoderados legales en los documentos que integran la averiguación. Tan es así que la PGJCDMX continuó refiriéndose a Coello como apoderado de Gertz en diversos oficios del año pasado. Incluso en octubre de 2018 policías de investigación llamaron al despacho de Coello para notificarles de una diligencia. 
Lo cierto es que en la averiguación no hay un escrito que muestre que la participación de Coello fuera revocada. En cambio, en los distintos nombramientos de abogados que se realizaron en esta causa penal, siempre se precisaba que los nuevos nombramientos tendrían lugar sin afectar los anteriores. 
El más reciente fue en marzo de este año, hecho por el propio Gertz Manero, en donde él directamente nombra como coadyuvante a un nuevo abogado. De nueva cuenta se precisa: “sin perjuicio de las autorizaciones realizadas con anterioridad a diversos profesionistas y personas”.



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