El ascenso de las redes sociales entre los internautas es indiscutible. Según We are social y Hootsuite, en la actualidad hay 3,4 mil millones de usuarios en este tipo de sitios, 288 millones de personas más respecto al año pasado. Los adolescentes son nativos en el uso de redes sociales como Facebook, Instagram y Twitter. Pero ¿a qué se exponen estos jóvenes?
Un grupo de investigadores del Centro Hospitalario Universitario Sainte-Justine de Canadá determinó en un reciente estudio que la mayor frecuencia de uso de redes sociales y de televisión en adolescentes deriva en un incremento de síntomas relacionados con la depresión.
De las hipótesis que manejó el estudio -publicado en la revista JAMA Pediatrics- , dos revelaron incidencia en síntomas depresivos: la comparación social ascendente y el espiral de refuerzo. El primero se refiere a una comparación que hace el individuo entre sí mismo y grupos que considera socialmente “superiores”, que circulan en redes sociales y la televisión. La comparación produce una baja en la autoestima de la persona.
Sobre el espiral de refuerzo, el investigador postdoctoral en el Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Montreal, Elroy Boers, explica que “las personas buscan y seleccionan información congruente con su estado de ánimo actual. Las características algorítmicas de la televisión y, en particular, de las redes sociales, crean y mantienen un ciclo de retroalimentación al sugerir contenido similar a los usuarios en función de su comportamiento anterior de búsqueda y selección.
“Por lo tanto -prosigue- a medida que el estado depresivo de una persona influye en sus elecciones de visualización, se sugiere y proporciona un contenido más similar, y es más probable que se exponga continuamente a dicho contenido”.
¿Y otras formas de ocio?
La investigación comprendió la participación de cuatro mil adolescentes canadienses de entre 12 y 16 años. Los jóvenes debían reportar la cantidad de horas que pasaban usando redes sociales y viendo televisión.
En el estudio también se evaluó el uso de videojuegos y del computador (búsquedas genéricas en internet). Los autores de la investigación concluyeron que estos no tenían relación en el desarrollo de la depresión adolescente.
“Nuestra investigación revela que el aumento del tiempo empleado en el uso de algunas formas de medios digitales en un año determinado predice los síntomas depresivos en ese mismo año”, señaló la autora principal y profesora de psiquiatría en la Universidad de Montreal. Patricia Conrod.
“La identificación temprana de la vulnerabilidad a la depresión les da a los médicos y padres una gran cantidad de tiempo para intervenir. La regulación del uso de las redes sociales y la televisión de los adolescentes podría ser una forma de ayudar a los jóvenes a manejar el estado de ánimo depresivo o la vulnerabilidad a los síntomas depresivos”, concluyó.
