Ambientalistas exigen medidas concretas para frenar incendio en el Amazonas


Diversas organizaciones ambientalistas han mostrado su preocupación por los incendios en la Amazonía que amenazan los bosques tropicales, su biodiversidad y diversos pueblos indígenas.
La gravedad de los incendios agudizarán aún más la crisis climática por las emisiones de carbono provenientes de la quema de materia orgánica. A su vez, las áreas dañadas serán más vulnerables a sequías, inundaciones y a otros efectos del cambio climático, por la falta de cobertura vegetal.
La pérdida del bosque reducirá también la capacidad de absorción de dióxido de carbono por parte de los ecosistemas. Mientras, la generación y la dispersión de humo compromete la calidad del aire de varias regiones y su población.
Ante esta devastación ecológica, WWF hizo un llamado a los países de la región -Brasil, Bolivia, Colombia, Perú, Ecuador, Venezuela, Guyana y Surinam- para proteger la Amazonía, combatir la deforestación y reducir los factores detrás de los incendios.

“Esto no es solo una tragedia para los países amazónicos, sino que para el mundo entero, y en el caso de Chile, no debemos olvidar que la Amazonía juega un tremendo rol en la regulación climática global, especialmente de Sudamérica, influyendo incluso en el régimen de precipitaciones de la región. Como país anfitrión de la próxima COP25 de cambio climático y uno de los líderes en la región sobre este tema, esperamos que Chile pueda colocar fuertemente en la agenda la urgencia de tomar medidas para robustecer las políticas contra la deforestación, así como planes para forestar y restaurar bosque nativo, temas clave para la prevención de incendios forestales y mitigación de emisiones”, señaló Ricardo Bosshard, director de WWF Chile.
“Chile también debe sacar lecciones de esto, sobre todo en relación a la necesidad de contar con Áreas Protegidas manejadas en forma efectiva y con financiamiento adecuado y permanente, para lo cual es clave tener una institucionalidad moderna, eficiente, específica y con margen de acción y decisión, lo que esperamos pueda encarnar el Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas, proyecto que debe ser discutido en la Cámara de Diputados”, agregó.
Históricamente, los incendios en la Amazonía han estado ligados a la deforestación por expansión de la actividad agropecuaria y esta ocasión no es la excepción, como se verificó con el aumento de la deforestación en el último año. Según el Instituto de Investigación Ambiental de la Amazonía de Brazil (IPAM), los diez municipios con más focos de calor son los mismos que tienen la mayor deforestación. Un dato a destacar es que las condiciones de la estación seca este año han estado en rangos normales por lo que no se puede atribuir al clima la gran cantidad de incendios experimentados con respecto a otros años.
Emplazan a Bolsonaro
Para la ONG, combatir este incendio requiere más que recursos, sobre todo si el fuego y los incendios forestales son causados por acción del hombre. WWF llamó a los políticos a hacerse parte de este problema y buscar soluciones. En este sentido, rechazó contundentemente las declaraciones del Presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, quien atribuyó la responsabilidad a las ONG, deslegitimando el debate propuesto por la opinión pública y la sociedad civil, y desviando el foco de atención sobre lo que realmente importa: el bienestar de la naturaleza y la gente de la Amazonía.
A su vez, Greenpeace hizo un llamado a la ciudadana para exigir a Bolsonaro que actúe de manera rápida y decidida para combatir una de las tragedias medioambientales más importantes de los últimos años.
Para ello, la ONG pidió, junto a otras organizaciones, sumarse a una manifestación pacífica frente a la embajada de Brasil con el mensaje “Bolsonaro, apague el incendio, proteja el Amazonas”.
“Enfrentamos una de las peores tragedias medioambientales del último tiempo. El planeta, en la actual situación de emergencia climática, no puede permitirse tener al Amazonas en llamas. Si es que no se reacciona ahora y el presidente Bolsonaro no actúa con la rapidez que la emergencia exige, tardaremos décadas en recuperar este pulmón planetario. Por eso nuestro llamado a que la ciudadanía vaya a la embajada de Brasil y pida una actuación rápida. El Amazonas no solo es brasilera, sino un tesoro de toda la humanidad que es necesario preservar”, dijo Matías Asun, director nacional de Greenpeace en Chile.
Entre enero y agosto de este año, la cantidad de siniestros en el Amazonas aumentó 145%, en comparación con el mismo período en 2018. Hasta este momento, las llamas siguen avanzando sin control.



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