Elier Ortiz, el viñatero que busca recuperar las viñas abandonadas del Valle del Itata


El Valle del Itata es la región vitivinícola más antigua de Chile que ha producido vinos durante más de 450 años. La abundante precipitación anual y ricos suelos rojos favorecen que se produzcan variedades tradicionales como País y Moscatel de Alejandría, que predominan en la región, aunque su número ha disminuido en los últimos años. Al mismo tiempo, otros tipos como Cabernet Sauvignon y Chardonnay también florecen en la región.
Desde 2016, Elier Ortiz comenzó el embotellado de sus propios vinos con las cepas típicas del valle, sin embargo, él es la cuarta generación que se dedica a este oficio en su familia. Desde pequeño veía a su abuelo y a su padre trabajar en la viña y, desde entonces vio ese oficio como una pasión que quería seguir cuando creciera.
Con el paso de los años, la producción de vino del valle fue disminuyendo y muchas viñas se abandonaron. Con respecto a esto, Ortiz afirmó que “se estaba perdiendo el patrimonio que teníamos y las generaciones anteriores a nosotros ya estaban con ganas de dejar esto de lado, por eso embotellar era una forma de recuperar y empezar a innovar, no podíamos permitir que nuestro patrimonio vitivinícola se acabara”.
Fue así como en conjunto con otros jóvenes formó el colectivo “Vinos De Patio” que representa la inquietud de una nueva generación de viñateros. Aquellos que, al recibir la tradición del oficio familiar y las parras centenarias, decidieron explorar y dar un nuevo valor al terroir ofrecido por una zona casi irrepetible, de valles, montañas, ríos y costas. El año pasado ganaron el premio al concurso “Más Valor Turístico”, organizado por Sernatur que distinguió al grupo que elabora vinos en Guarilihue, Coelemu.
Calidad y etiquetado
Para Elier, es fundamental salir con una buena calidad y presentación al momento de embotellar. Así, comenzaron probando con aquellas cepas que trabajaban sus antepasados e incluyeron tecnología e innovación en la elaboración para la obtención de buenos resultados. Su sueño siempre fue producir vinos de calidad con un buen etiquetado. “Es importante que cada etiqueta tenga una historia, un relato que haga más interesante el vino, que tenga un relato bonito que a la gente le llegue”, afirma.
Su actividad principal hoy en día es la elaboración y la viticultura. Trabaja en las viñas durante todo el año y produce los vinos que luego comercializa. Para él, la comercialización es la parte del trabajo más difícil. En conjunto con su trabajo en la viña, hace clases en un liceo, donde enseña a los jóvenes este oficio para motivarlos a perpetuarlo.
Dedicarse al embotellado en el valle fue toda una aventura para Elier, ya que desde pequeño tenía muchos sueños y proyecciones. Tomar la iniciativa fue difícil en un comienzo porque no contaba con el total apoyo de sus familiares. Estudió primero ingeniería mecánica en la Universidad de Bio Bío y estuvo trabajando un par de años en eso por lo que sus cercanos creían que desperdiciaría todos sus años de estudio si de dedicaba a las viñas. Sin embargo, para él este era su momento porque tenía las ganas y la energía para dedicarse a los vinos. Hoy en día están orgullosos de los resultados y recibe más que todo críticas positivas, además de haber ganado algunos concursos. Actualmente se puede jactar que “ser de los primeros en el valle nos permite ser reconocidos”.
El futuro
Comenzó esta labor desde muy temprana edad y siempre supo que era su pasión. Su sueño era tener una viña, pero nunca pensó que lo iba a lograr a tan temprana edad. hoy en día se siente orgulloso de ser un viñatero porque está rescatando parte del patrimonio que se estaba perdiendo. Para él es muy importante que hoy en día sean capaces de proyectarlo en el tiempo porque son el primer valle vitivinícola del país. El valle tiene todas las potencialidades como un buen clima y un suelo idóneo por lo que lo ideal es que se siga sumando gente y consideren el trabajo que ellos han hecho ya que eso permitiría mostrar más el valle y producir al mismo tiempo más variedades de vino.
“Para el futuro queremos desarrollar esto y que se pueda mostrar tanto en chile como afuera, poder encontrar un mercado en el extranjero y tener presencia en otros países. También tratar de fomentar el turismo relacionado a lo que estamos haciendo. Podemos hacer un nuevo renacer del valle”, es una de sus principales metas.



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