Oposición retoma bandera de reforma al TC para impedir que Gobierno trabe tramitación de proyectos emblemáticos


La advertencia del Gobierno de Sebastián Piñera de que -más allá del controvertido proyecto de las 40 horas- podría llevar al Tribunal Constitucional un total de 17 mociones, activó la ofensiva de la oposición para reformar el TC, entidad que ahora encabeza la histórica asesora del Presidente Sebastián Piñera, María Luisa Brahm.
“No puede ser que el Gobierno esté llevando materias al TC, como el proyecto de 40 horas, y que ahora nos diga que hay 17 mociones parlamentarias que serían inadmisibles o inconstitucionales, que también serían llevadas al tribunal”, recalcó esta jornada el presidente del PPD, Heraldo Muñoz, acompañado de su par socialista, Álvaro Elizalde, y del Partido Radical, Carlos Maldonado. Respecto de los proyectos que el Gobierno quiere pasar al TC, Elizalde aseveró que “son iniciativas que cuentan con mayoría parlamentaria y que la ciudadanía demanda y apoya. Por ello, el Ejecutivo, evadiendo su responsabilidad, pretende que el TC le resuelva el problema, transformándose en una tercera cámara, un órgano no elegido que a través de sus resoluciones termina perjudicando a la gran mayoría de los chilenos”.
En este contexto, los presidentes de la llamada Convergencia Progresista pusieron foco en la urgente necesidad de introducir modificaciones al Tribunal Constitucional, una opción que el Gobierno hasta ahora no ha dado señales, pese a que el tema estuvo sobre la mesa en la ronda de reuniones con el ministro del Interior Andrés Chadwick para impulsar la reforma de las instituciones.
La reforma al TC no solo es una bandera de la oposición. Incluso, un grupo de abogados constitucionalistas –entre quienes figuran expertos como Gastón Gómez y Patricio Zapata presentaron un documento con propuestas concretas para introducir cambios al Tribunal Constitucional, las cuales ya se han conversado con el Ministerio de Justicia y las comisiones de Constitución de la Cámara de Diputados y el Senado.
En el documento “25 propuestas para un Tribunal Constitucional del siglo XXI”, los expertos plantean reformas como la eliminación del control preventivo de legalidad, con la excepción de los tratados internacionales que deben ser ratificados por el Congreso, la reducción del quórum para la declaración de inconstitucionalidad de los 4/5 a mayoría absoluta de los miembros, y aumentar de 10 a 12 sus integrantes, además de eliminar a los ministros suplentes, entre otros.
“Esto no admite más tardanza”
Elizalde insistió en que a través del Tribunal Constitucional, la minoría social y política logra impedir transformaciones que los chilenos demandan. “Por ejemplo, respecto del proyecto de las 40 horas, el Presidente de la República, si no comparte esta iniciativa, la puede vetar. Pero, ¿por qué no lo hace? Porque no quiere pagar el costo de una decisión impopular. Es decir, el Gobierno no dice lo que realmente piensa y busca la forma alambicada: recurrir al Tribunal Constitucional, donde tiene mayoría, para efectos de imposibilitar que esta ley, de aprobarse, se haga realidad”, afirmó.
Por eso, Muñoz insistió en que “esto no admite más tardanza. La reforma al Tribunal Constitucional es absolutamente urgente. Hay propuestas que hemos hecho al Gobierno. Por supuesto debe haber idoneidad de los jueces, la posibilidad de removerlos, en fin, un conjunto de materias que nosotros debemos considerar para una reforma”.
Los timoneles de los partidos opositores emplazaron al Gobierno a presentar su propuesta de cambios a este organismo, como  fue el compromiso cuando el ministro del Interior sostuvo diversas bilaterales con líderes opositores en La Moneda, aunque Elizalde considera que en definitiva dichos encuentros “sólo fueron juegos de artificio, sin una voluntad real de avanzar en entendimientos que nos permitan perfeccionar nuestra democracia”.



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