El asedio de la derecha contra la UNAM La Opinión de Héctor Marín Rebollo

Seríamos ingenuos si no advertimos que en el “conflicto” reciente en la UNAM hay intereses políticos bien claros que lo han provocado y que enturbian el asunto.
Si bien es cierto que la cara visible de la cuestión es que algunas alumnas denuncian agresiones que supuestamente  van desde el acoso hasta la posible violación, también es verdad que la INSTITUCIÓN NO ES VIOLADORA de alumnas o alumnos y que sin soslayar el o los delitos, estos se deben ventilar en las instancias de la Fiscalía porque la Universidad no es barandilla de Ministerio Público ni juzgado de Primera Instancia.
Cuando a una persona la ofenden o agreden o la  acosan en un estadio o en un autobús nunca se agrede al estadio o al autobús… Pero sí agreden a la UNAM.
El jueves 6 de febrero, después de una marcha contra el acoso, un grupo de jóvenes curiosamente vestidos de negro y algunos encapuchados que se autonombran “anarquistas”, causaron daños a la Torre de Rectoría y a la librería universitaria, expresando además, consignas e insultos contra el rector Graue.
No olvidemos que la derecha priista neoliberal, la panista y algunos sectores empresariales no pierden el tiempo y seriamos más que ingenuos si no vemos atrás de esas expresiones delincuentes algo más que la “protesta estudiantil”.
Allí en el seno de la Universidad perviven los intereses priistas del anterior rector frustrado además porque ni en el propio PRI lo aceptaron. Y no olvidemos que ese grupo de priistas universitarios es adversario del actual Rector; que de mil formas la derecha quiere descarrilar el gobierno de López Obrador y que no dudarían en preparar una escalada del conflicto para hacerlo crecer artificialmente como en 1968 hasta sofocar y hundir a nuestra máxima casa de estudios.
Como en 1968, en 1987 y en 2000 esos supuestos movimientos “democráticos” de provocadores a sueldo y ahora encapuchados toman como pretexto hasta que el sol no sale por el poniente para armar un movimiento de derecha con tal de afectar a la UNAM, a la educación superior, a la ciencia y a la tecnología en detrimento de la formación de cuadros de alto nivel que el país necesita.
Además, esos “intereses extramuros” al dañar a la Universidad Pública tienden a favorecer a la educación universitaria privada. Todo un plan “maestro” de la  derecha. Seguiremos analizando el tema.
Las opiniones vertidas en las columnas son de exclusiva responsabilidad de quienes las suscriben y no representan necesariamente el pensamiento ni la línea editorial de Monitor Expresso
Profesor de educación primaria, Licenciado y Maestro en Pedagogía, diplomado en la Escuela Karl Liebknetch de Potsdam, Alemania. Realizó estudios de Derecho en la UNAM. Estudió la Maestría en la Universidad Hispano-Mexicana.



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