El amor de los argentinos por Los Simpson es eterno: no solo crecimos viendo a la familia amarilla año tras otro, consumiendo repeticiones y reproduciendo memes, sino que hay algo en la serie que hace que sus personajes parezcan más argentinos que el dulce de leche. Nos reconocemos en sus situaciones y cada escena se adapta perfectamente al contexto local, ya sea político, futbolero o cotidiano.Hay un mito urbano que dice que Los Simpson predicen el futuro, y hay algo profético en el amor incondicional de nuestro país por esta serie: su propio creador, el mismísimo Matt Groening, se enamoró de una argentina y juntos están esperando su sexto hijo. Hace más de diez años, el genial dibujante conoció a Agustina Picasso, también artista, y juntos se mudaron a Los Ángeles, donde empezaron su hoy numerosa familia.
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Mientras tanto, su otra familia, la de piel amarilla y ojos saltones que se hizo famosa en todo el mundo por su estilo irreverente, sigue al aire con su temporada 31. Matt Groening continúa como productor ejecutivo y consultor creativo de Los Simpson, pero hace rato que ya no está involucrado en la creación de nuevos capítulos, y eso -dicen los más fans- se nota. A pesar de todo, la serie sigue ganando premios y hace poco pasó a manos de Disney, tras la adquisición de Fox.A pesar de ser el padre de la serie animada más exitosa de todos los tiempos, Groening no se durmió en los laureles y puso su mente creativa a trabajar en otros proyectos que tenía ganas de hacer. Así fue como en 1999 nació Futurama, la serie animada que exploraba la vida de un repartidor de pizza que llega por accidente al futuro. Mirada al principio con desconfianza tanto por los fans como por los ejecutivos del canal, logró despegarse de su predecesora y brillar con luz propia.
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Matt Groening supo retratar como nadie la sociedad actual en Los Simpsons, con una familia tipo de clase media de una ciudad cualquiera en Norteamérica, cuya esencia es universalmente reconocible y trasladable a cualquier ámbito. Imaginó cómo evolucionarían esas dinámicas de acá a dentro de mil años y las plasmó en los personajes y relaciones de Futurama. Y finalmente completó la trilogía pasado-presente-futuro con su más reciente serie (Des)encanto, ambientada en una tierra de fantasía medieval.Contratado por Netflix para desarrollar su más reciente creación, ahora se despachó con otra serie igual de ácida, divertida y vigente. Esta vez, con una protagonista femenina: la princesa Tiabeanie de Dreamland. Con un amigo demonio llamado Luci y un amigo Elfo sospechosamente parecido a Bart Simpson, Beanie vive aventuras llenas de magia y cerveza, del castillo a la taberna, de la taberna al bosque encantado, y del bosque al mismísimo infierno.
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La creatividad de Matt Groening parece no tener límites, y mientras desarrolla la tercera temporada de (Des)encanto no podemos evitar preguntarnos si seguirá teniendo ideas brillantes para contarnos, o si habrá llegado la hora de conformarnos con la galería de personajes inolvidables que nos regaló hasta el momento, y volver a ver las desventuras de la familia Simpson una y otra vez. En definitiva, cada vez que lo vemos, le encontramos algo nuevo y nos reímos como si fuera la primea vez.En esta nota:
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