ONU apuntó a Chile como un importante país para la exportación de cocaína desde Sudamérica



Durante esta jornada se divulgó el informe anual de 2019 de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) de la ONU, en la ciudad de Viena, informe que trata sobre la situación de las drogas a nivel mundial, en el que no quedó bien parado nuestro país, ya que fue mencionado en la instancia como uno de los mayores exportadores vía marítima de estupefacientes, especialmente de cocaína, que se trafica desde Sudamérica a Europa.De hecho en la instancia afirmaron que Chile se ha convertido, junto a Brasil y Colombia, “en uno de los principales países de salida de la cocaína incautada en Valencia y Algeciras (España)”, dos importantes entradas de la droga en Europa, afirmando además que “El tráfico de drogas, en particular de clorhidrato de cocaína, por vía marítima desde los puertos de Chile hacia Europa, ha seguido aumentando” en los últimos años.Aunque no es sorpresa para nadie, desde la institución global apuntaron a que el narcotráfico, asociado a un sencillo y rápido acceso a diversas armas de fuego, son elementos que revisten una gran amenaza para la estabilidad en América del Sur, sobre todo cuando se vinculan con la corrupción.En esa línea apuntaron desde la JIFE a que “Los problemas vinculados a la producción, el tráfico ilícito y el consumo de drogas han seguido afectando negativamente la calidad de vida de la población de la región, generando inseguridad y violencia”.Respecto a la producción y cultivo necesario para la cocaína, acorde al informa en Colombia se habrían utilizado 169.000 hectáreas el año 2018, un 1,2 % menos que el año anterior, cuando alcanzaron un máximo histórico de 171.000 hectáreas, pero menos terreno no es menos producción, ya que la elaboración de clorhidrato de cocaína subió un 5,9%.En tanto apuntaron a que en Bolivia los cultivos ilícitos retrocedieron un 6%, hasta 23.100 hectáreas en 2018.Desde JIFE, si bien indican que existen diversos esfuerzos de las autoridades para avanzar en la lucha antidrogas, señalan que es clave -negativamente- el que hasta la fecha no exista “ningún instrumento jurídico regional específico para hacer frente común contra la amenaza de las nuevas sustancias psicoactivas potencialmente peligrosas”.Otros factores adicionales para explicar el mal momento en esta área sería “la mayor participación de los carteles mexicanos y de antiguos miembros de organizaciones paramilitares en la delincuencia organizada”.Finalmente apuntaron desde JIFE en su informe a las drogas sintéticas, donde también destacó Chile, ya que durante el 2018 se incautaron más de 840.000 dosis de drogas de este tipo -entre ellas anfetamina, metanfetamina y éxtasis-, unas 500.000 dosis más que las incautadas en 2017, lo que constituye un aumento de casi el 150%.



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