Lucía Cirmi Obón: “La brecha de cuidados es la contracara de la brecha salarial”



Lucía Cirmi Obón es economista, feminista y docente. Posee un Magíster en desarrollo del International Institute of Social Studies (Holanda). Estudió también una maestría en políticas públicas en FLACSO. Trabajó y trabaja actualmente en el diseño y la gestión de diversas políticas públicas con perspectiva de género. Hoy es la Directora Nacional de Cuidado del Ministerio de la Mujer, Género y Diversidad del Gobierno. Desde Filo.News, nos comunicamos con ella para que nos ayude a entender la brecha económica entre géneros. En particular, la brecha en los cuidados: un sector que no suele analizarse en los estudios económicos pero que representa una desigualdad importante para las mujeres.
¿De qué habla la economía feminista cuando advierte sobre la “crisis en los cuidados”?
Refiere a que el Estado no está haciendo políticas activas de cuidado en la mayor parte del mundo, esto hace que el cuidado recaiga en las mujeres. Cada vez que hay una crisis económica, se achica el Estado y se agrandan las responsabilidades de cuidado de las mujeres. Hay una crisis de cuidados porque el sistema económico no lo reconoce, forzando a que la gente deba trabajar para generar un ingreso, por lo tanto no se dispone de tiempo para realizar estos cuidados. De esta forma, lo que terminan haciendo las mujeres es retirarse del mercado para poder cuidar, lo cual no es negativo en sí mismo sino que se quedan sin ingresos.
La crisis en cuidados se refiere a esto, hay por un lado muchas demandas insatisfechas de cuidado, y por el otro las personas que están cuidando, en su mayoría mujeres, están en general en peor situación de ingresos. ¿Hay una relación entre la desigualdad en los cuidados y la brecha salarial?
Hay una relación muy clara, podemos decir que la brecha en los cuidados es la contracara de la brecha salarial. Porque, cuando uno abre la brecha salarial y trata de ver cuales son los motivos que hacen que haya tanta diferencia de ingresos, encuentra que en primer lugar, como las mujeres están haciendo más trabajo de cuidado, tienen menos tiempo para trabajar en el mercado remunerado. Eso hace que los trabajos que tomen sean de menos horas, por lo tanto peor pagos, y en líneas generales más precarios. Hay una primera parte de la brecha que se asocia al cuidado por el lado del tiempo.
Hay otra parte que tiene que ver con los sectores donde se insertan las mujeres. Estos son los que más se parecen a cuidar: salud, educación, trabajadora de casas particulares, enfermería. En líneas generales como también hay una subvaloración social del cuidado, en estos sectores también se perciben menos ingresos. La brecha en los cuidados también incide en los trabajos que varones, mujeres y otras identidades pueden tomar. Se asocia a que las mujeres tienen ciertas cualidades natas para hacer trabajos de cuidado y también trabajos en el mercado parecidos a cuidar.Además, otra parte de la brecha salarial se explica por las diferencias en los cargos jerárquicos, donde hay muchos más varones. Esto también tiene que ver con que hay muchas mujeres que, como tienen responsabilidades de cuidado, no pueden tomar esas responsabilidades que tienen que ver con estar disponible todo el tiempo, o verse después de hora para una reunión. También muchas veces pasa la inversa: quizá ellas sí están disponibles, pero porque son mujeres se cree que deben estar en un rol mucho más servicial, parecido al de cuidados, ser secretarias, y que no lo van a poder hacer, o que, quizás lo pueden hacer pero en algún momento se van a ir a cuidar, así que, para eso, es mejor contratar a varones. 

Si trabajás afuera de tu casa, ¿cómo organizás el cuidado de tus hijxs? #HablemosDeCuidados — Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad (@MinGenerosAR)
February 18, 2020

¿Existe la posibilidad de implementar políticas concretas para superar el problema? ¿Cuáles?
Sí, primero para cerrar la brecha en los cuidados y, sobre esa base, cerrar la brecha en los salarios. Por un lado hay que aplicar sistemas de cuidado que redistribuyan la responsabilidad del cuidado entre varones, mujeres y otras identidades. También entre el mercado, la comunidad, el Estado y no solo los hogares que es donde más recae el cuidado, en los comedores barriales, etc. Hay que reconocerlo como una necesidad, lo que implica en algunos casos tener que subsidiar el cuidado, reconocerlo como trabajo, dar seguridad social a quienes hacen trabajo de cuidado dentro y fuera del mercado, y reconocerlo como un derecho. Debe haber oferta pública de cuidado y derecho a cuidar: deben existir licencias para poder hacer ese cuidado, a todos los tipos de familia y en todo tipo de personas. 
En trabajos de tu autoría hablás de “socializar el cuidado”, ¿A qué te referís?
Hoy, el cuidado está sobre los hombros de las mujeres, y sobre todo, de las mujeres más pobres. Las de mayores ingresos pueden pagar para que otras mujeres hagan ese trabajo. No es que tienen hogares más igualitarios, sino simplemente pagan por trabajadores de casas particulares, por jardines, por espacios de cuidado para personas mayores, etc. Entonces, socializar el cuidado quiere decir distribuirlo entre toda la sociedad, que haya espacios comunes de cuidado. Esta idea de que el cuidado recae solo en la familia nuclear es muy de los últimos siglos, no siempre fue así, es muy capitalista, digamos. Hay muchos espacios y hay muchas estrategias para hacer cuidado comunitario que incluso hace que en el mediano plazo las personas que reciben este cuidado, reciban un cuidado de mayor calidad. 

Esta semana festejamos un logro histórico de este Ministerio. �� @cepal_onu se comprometió con la ministra @EliGAlcorta a apoyar la elaboración de un mapeo federal del modo en que se organiza socialmente el cuidado en nuestro país. ¿De qué se trata todo esto? �� pic.twitter.com/zPwHusrFzB — Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad (@MinGenerosAR)
January 31, 2020

¿Qué trabajo se viene desarrollando en el Ministerio de las Mujeres y la Diversidad al respecto? 
El Ministerio empezó muy fuerte con todo lo que está debajo del iceberg, decimos nosotras. Porque siempre en la punta del iceberg la gente escucha hablar de la brecha salarial, pero debajo del iceberg está la brecha en los cuidados. Hay una decisión muy fuerte de la Ministra de priorizar los cuidados en la agenda pública, por lo cual empezamos a hacer un Mapa Federal de los Cuidados que implica visibilizar todas las instancias de cuidado que hay en todo el país a nivel nacional, municipal, provincial, en los sindicatos, en las empresas. Utilizando también los datos en las encuestas de los hogares, para ver dónde está la demanda insatisfecha y para renombrar y visibilizar muchas políticas que inciden en el cuidado pero no necesariamente se llaman así. También, la segunda política, nosotras ya armamos una mesa interministerial del cuidado en donde está el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad; Anses; Pami; Educación; Salud; el Ministerio de Trabajo; la Agencia Nacional de Discapacidad; el Ministerio de Economía; el Inaes; todos organismos que inciden en lo que se puede organizar sobre el cuidado a futuro. Caminando hacia un sistema de cuidados colectivo, federal, consensuado. Todavía queda mucho para discutir socialmente sobre este tema, si bien hay muchísima gente que está cuidando, hay muchísima gente que no sabe que por eso debería tener derechos y protección. De hecho, las personas que están cuidando son mayoría en muchos de los programas sociales que se otorgaron en los últimos 20 años, la pobreza feminizada está muy conectada con ese cuidado al igual que la brecha salarial. En esta nota:





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