Aczino es el campeón de la Gran Final de FMS



En la tarde-noche del sábado 7 y la madrugada del domingo 8 de marzo, Aczino salió campeón de la Gran Final de la Freestyle Master Series, el evento que sirvió de cierre de temporada para Urban Roosters, la empresa que gesta la competencia, y las cuatro ligas repartidas en España, Argentina, Chile y México.
Situada en la Plaza de Toros de Acho, en Lima, Perú, la Gran Final juntó a los dieciséis mejores de cada liga y los hizo competir entre ellos, disputándose el título de primer campeón mundial de FMS. Mote que iba a decidir, al cabo de cada batalla, un cuerpo de jueces de cada liga FMS: Blazzt de Chile, Juan Ortelli de  Argentina, Danger de México, Kapo 013 de España y HBD de Perú.
Aczino, quien fue el primero en elegir su posición en los brackets debido a ser el MC con mayor puntuación de todas las FMSs, se enfrentó en la primera batalla de octavos a Errecé, el competidor valenciano que había perdido contra Papo en la primera jornada clasificatoria y se reivindicó contra Stuart en México.La primera ronda consistió en un easy mode (palabras cada diez segundos), ocho compases (ochenta segundos) con dos temáticas distintas -Aczino se lució con la temática “Parásitos”- y un round Deluxe, tres entradas a capela y 160 segundos a 4×4 con instrumental. El mexicano ganó su primera batalla de forma directa.
Para cuartos de final, Aczino se vio las caras con su compatriota Zticma, quien había llegado a esa ronda
ganándole de forma polémica a Bnet, el campeón mundial de Red Bull Batalla de los Gallos 2019. Para dicha ronda, Aczino no se vio para nada complicado. Tuvo que improvisar con el hard mode (palabras
cada cinco segundos), el random mode (cada competidor tenía que elegir uno de cuatro sobres con  distintos estímulos) y cuatro minutos libres finales. Sin bien Zticma le plantó cara, no pudo siquiera sacarle una réplica.
En la semifinal, Aczino volvió a cruzarse con uno de su mismo país: Rapder, un underdog que se había
clasificado en la primera jornada clasificatoria siendo la batalla menos vista y le había ganado, en cuartos, a Cacha, el único argentino en pie. La semifinal tuvo un primer round tan novedoso como complicado: treinta segundos a easy mode, otros treinta a hard mode y unos últimos treinta a extreme mode, o sea, palabras cada dos segundos. El segundo y el tercer round fueron más clásicos y menos asfixiantes: cuatro minutos libres y un deluxe. Rapder, MC autóctono de Guadalajara, dio el nivel de cualquier competidor que se encuentra en instancias finales, pero eso no bastó para sacarle una ronda más a Aczino, que se llevó la victoria de forma directa y unánime.
La final fue, seguro, la batalla más esperada de todas y, quizás, la más vista en los últimos años: Aczino, el diablo, contra el madrileño Chuty, que históricamente tomó, como antítesis de Aczino, el rol de Dios.
Para esta última batalla, la organización pautó que debía ser en formato FMS con sus cinco rounds  clásicos: easy y hard modes, temáticas, personajes contrapuestos, minutos libres y el round deluxe. Por fin se cumplía el deseo de tantos fans: ver a los dos mejores de la historia batallando en una final de una competencia de relevancia e importancia mundial. Toda esta historia de largo aliento se comprimió en la última frase del duelo, que Chuty dirigió al público peruano: “¿La última? (…) Entonces tengo que acabar esta FMS pidiendo que le retiren como se merece”.
Dadas así las cosas, mientras el jurado contabilizaba los puntos y determinaba al campeón, la pantalla
mostró un video emotivo donde competidores, hosts, jurados y organizadores justificaban y comentaban la relevancia de Aczino en su paso por las batallas de freestyle y cuán protagonista fue en la búsqueda por la profesionalización de esta disciplina. Una vez terminado el video y determinado el campeón, Bekaesh y Misionero, los hosts del día, anunciaron, después de la cuenta regresiva, que Mauricio Hernández, a.k.a. Aczino, sería el campeón de su última competencia de rap improvisado.Con su copa dorada, rellena de las rosas que el público peruano le había arrojado a modo de redención
por aquella botella en 2016, Aczino tomó el micrófono y escupió: “Muchas gracias por todo lo que hemos vivido juntos desde las batallas, desde sus casas, desde el vivo. Gracias a todos mis compañeros, que son increíbles personas, increíbles. A los jurados que son increíbles personas, increíbles. Y gracias a
todo Perú por recibirme desde aquel rap en Raptonda, en aquel 2014 cuando no había nada, cuando no
había cimientos de nada. Gracias por darme la mano… desde siempre”.



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