Empresas de moda buscan aumentar credibilidad entre consumidores ecologistas



La industria de la moda vive actualmente una transición hacia una mayor sostenibilidad debido a que las preferencias de los consumidores han ido cambiando constantemente. En esa línea, el consumo consciente podrá modificar el panorama minorista en la próxima década tanto como el comercio electrónico lo ha alterado en los últimos diez años. De esta forma, las empresas de este rubro que adopten la sostenibilidad en sus operaciones, “podrán aumentar su credibilidad entre los consumidores ecologistas”.
Así lo evidencia el informe elaborado por Julius Baer llamado “Moda rápida o lenta: La realidad detrás del precio” que analiza la industria de la moda. Agrega que la adopción de materias primas sostenibles permitirá asegurar el suministro en una etapa posterior.
Todo esto “dará a las compañías una ventaja competitiva sobre las demás debido a la creciente proporción de consumidores que desean comprar productos sostenibles por genuina preocupación o intentos de calmar su conciencia”, indica la firma suiza.
De acuerdo al informe, actualmente la industria de la moda a nivel global tiene un valor de US$3.000 millones, equivalente al 2% del PIB mundial. Sin embargo, desde hace algunos años ha surgido la tendencia de la “moda rápida”, una práctica comercial que hace que los minoristas de prendas de vestir recurran a mano de obra barata y materias primas para producir un gran volumen de colecciones cada año. Esto, debido a la alta demanda que se ha ido instalando de ropa y calzado a bajo costo.
Esta moda rápida, señala el informe de Julius Baer, ha derivado en una serie de efectos colaterales como el alto consumo de agua y la contaminación, pasando por la contaminación del aire y el efecto en los vertederos, hasta el bienestar de los animales y trabajadores involucrados en la cadena de suministro de la industria.
Para la firma, desde una perspectiva de inversión, “las principales compañías internacionales deberían estar mejor ubicadas a largo plazo para navegar por la ola creciente de consumidores con mentalidad ética, dados los bolsillos más profundos y la visibilidad global de estas empresas. Las empresas de moda rápida, que solo compiten produciendo una gran cantidad de ropa, parecen perdedoras a largo plazo”.
El estudio agrega que el adoptar este modelo sostenible implica hacer un cambio rotundo y verdadero en sus prácticas. “Es importante que las empresas no intenten esconderse detrás de la fachada de la sostenibilidad o la pertenencia a organizaciones de alto perfil mientras continúan sus prácticas comerciales como de costumbre”.
Las redes sociales pueden contribuir a que “los consumidores pueden sentirse traicionados por aquellas compañías de moda que son sorprendidas engañando a los consumidores al creer que están comprando productos socialmente éticos cuando de hecho están comprando declaraciones de marketing engañosas”. La consecuencia de tal estrategia de marketing podría ser contraproducente para las empresas en forma de ventas disminuidas, boicots, así como una reputación corporativa arruinada.
Para Julius Baer, las empresas de moda deben estar mejor preparadas para subirse a la tendencia de estos nuevos consumidores. “Las principales compañías internacionales de lujo de alta gama, ropa deportiva y joyería deberían estar mejor ubicadas a largo plazo para navegar por la ola creciente de consumidores con mentalidad ética dados los bolsillos más profundos de las empresas y la visibilidad global”, sostiene el reporte.



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