¿Qué pasa cuando se mezcla la salud con pseudociencias?Los tratamientos que prometen bienestar utilizando un método que suena simple, saludable y sin efectos secundarios dañinos datan de hace siglos y los ejemplos sobran: la homeopatía, la quiropraxia, la acupuntura, la ozonoterapia… y la lista continúa. El problema no está solo en quienes ofrecen estas “terapias alternativas” a costa de la desesperación y el miedo de las personas sino también en la cobertura que hacen los medios de comunicación sobre estos temas.Dependiendo de la época, habrá alguna que esté más “de moda” que otras pero independientemente de cuál se trate, promover prácticas pseudocientíficas nunca es inocuo: en el peor de los casos nos puede llevar a posponer o rechazar tratamientos convencionales basados en evidencia que podrían prolongar o incluso salvarnos la vida.¿Y cuál es la creencia que se encuentra actualmente en la cresta de la ola? Si, la astrología. Aunque a diferencia de la medicina alternativa no pretende reemplazar un tratamiento por otro, sí pretende explicar un fenómeno que le es ajeno.
“El pico de la activación actual se elevará hasta por lo menos que Marte y Saturno se encuentren en Acuario el último día de marzo. A partir de allí puede comenzar a ceder, a perder fuerza el virus por lo menos en su lugar de origen”, expresa la astróloga Patricia Kesselman sin fundamento alguno en diálogo con Clarín.Pero, ¿por qué hay astrólogos diciendo qué signos deberían estar atentos al coronavirus? ¿Qué tiene que ver la conjunción de Júpiter con Plutón de la que habla Kesselman —o Saturno y Plutón si le preguntamos a Mía Astral— con la actual pandemia que atraviesa la humanidad? Absolutamente nada.
La astrología sostiene que conocer “los ciclos de movimientos y ritmos cósmicos” sirve, de alguna manera, como herramienta de autoconocimiento. Y todo en función de nuestra hora de nacimiento. Ahora, ¿cómo funciona esto? ¿Cómo puede el movimiento de los planetas darnos vagas predicciones sobre la vida amorosa, el éxito y la salud? Bueno… no lo hace. No hay ningún mecanismo para explicar cómo podría funcionar y no existe un motivo racional para dividir a toda la población humana en 12 grupos simbolizados por una constelación asignada al azar.Una razón por la cual la astrología puede ser percibida como creíble es que nuestros cerebros están diseñados para buscar patrones. A veces, cuando ocurren dos eventos no relacionados o aleatorios, nuestra mente trata de ver una conexión, incluso cuando no hay ninguna conexión que ver. Los peligros de la pseudociencia
Separar la ciencia de lo que no lo es es crucial para nuestra búsqueda del conocimiento pero importante también por otros motivos: los gobiernos destinan una gran cantidad de dinero —algunos más, otros menos— en investigación científica, por lo que es importante que también tengamos una buena idea de lo que constituye dinero bien gastado a este respecto.¿Debería el Ministerio de Ciencia y Tecnología invertir en estudiar la telepatía, por ejemplo?¿Estaría bien que el CONICET destine tiempo y recursos para desarrollar nuevos remedios homeopáticos que usan, según quienes la comercializan, “la misma sustancia que causa los síntomas” diluida en agua hasta proporciones infinitesimales para tratar una enfermedad? ¿Tiene sentido tratar el insomnio con un preparado que se obtiene mezclando un parte de cafeína con 99 de agua, la que a su vez se vuelve a mezclar con otras 99 partes de agua y así sucesivamente hasta lograr un resultado muchas veces equivalente a verter una gota de principio activo en todos los océanos del planeta?La pseudociencia no es, contrariamente a la creencia popular, solo un pasatiempo inofensivo sino que con frecuencia amenaza el bienestar de las personas. Y los ejemplos son varios: elegir la fecha de parto en función del signo del futuro bebé, decirle a tus seguidores que “regulen sus emociones” para prevenir el cáncer de mama, recomendar remedios florales según tu signo del zodíaco para tratar síntomas físicos y psicológicos y predecir cómo va a seguir una pandemia en función de la posición de los astros. Cuando la astrología se cruza con temas de salud, deja de ser una mera creencia personal y pasa a ser una verdadera amenaza. En esta nota:
