Coronavirus: “Acá las escuelas se cerraron tarde”… ¿o no?



Las redes sociales son un espacio abierto en el que los humanos tenemos la peligrosa posibilidad de ejercer una de nuestras actividades favoritas: opinar sobre cualquier cosa sin tener ni la menor idea de aquello de lo que hablamos. Esto no es tan grave cuando el tópico en cuestión es el último tema de Jimena Barón o el partido de River del domingo, pero sí cuando involucra temas de salud pública.Como en los últimos días se habla casi exclusivamente del coronavirus, que fue decretado como una pandemia por la OMS, tanto Twitter como la televisión se llenaron de epidemiólogos amateurs que en la tónica del staff de Polémica en el Bar y sin haber leído un solo artículo especializado, se dedicaron a reclamarle medidas al Gobierno Nacional, asesorado por, entre muchos otros, dos de las más grandes especialistas de Latinoamérica en epidemiología e infectología (Carla Vizzotti y Ángela Gentile).

Ellos, por suerte, no deciden sobre salud pública porque no saben de salud pública.

Esa presión estuvo concentrada en el cierre de escuelas. “En todo el mundo se cierran las escuelas menos acá”, decía la cantinela repetida una y otra vez. ¿Es verdad esto? Bueno, vamos por partes.En primer lugar, hay que decir que en una situación de emergencia como la presente, lo mejor que podemos hacer es confiar en los y las especialistas, que son quienes en definitiva estudiaron cómo se gestionan epidemias y son capaces de pensar, a partir de los cambiantes datos que se reciben, cuáles son las mejores estrategias a tomar. Digo “cambiantes” porque en situaciones como esta, los datos son tan dinámicos que hay que revisarlos día a día.Es lo que se llama “política basada en evidencia”, y si bien es deseable para todas las áreas, lo es especialmente para la salud pública, donde creo que todos preferimos que decidan los especialistas y no tres opinólogos con Twitter. El problema con las pandemias de este tipo es que son tan sui generis que la evidencia no es del todo concluyente, y por eso las decisiones políticas tienen que ser dinámicas. Sobre la efectividad del cierre de escuelas, por ejemplo, hay artículos científicos que dicen que podría ser efectiva, hay artículos que dicen que no sería significativa y hay artículos que dicen que, justamente, la evidencia no es suficiente para afirmar ni una cosa ni la otra. Dicho esto, hay que decir, también, que, contra lo que se suele decir, Argentina tomó decisiones drásticas, como el cierre de escuelas, en un momento de la circulación del virus bastante menos avanzado que el resto de los  países que decidieron tomar las mismas medidas.En nuestro territorio hay, por ahora, 56 casos confirmados y dos muertos. Por poner sólo algunos ejemplos para contrastar: en Francia, las clases se suspenden desde hoy, con 4500 infectados reportados y 127 muertos; en Italia, se suspendieron cuando tenían 4000 infectados y unos 100 muertos y en España se suspendieron cuando tenían 3000 casos confirmados. Lo que se ve, en esos tres casos, es que la decisión aparece cuando la curva de crecimiento ya se “descontroló”, de manera que es esperable que al menos por un tiempo siga creciendo exponencialmente. Es lo que muestran los gráficos.  

En el informe del que saqué las imágenes de arriba, elaborado por la Sala de Situación del Ministerio de Salud y que podés leer completo acá, los especialistas recomiendan, después de un análisis de la situación en Europa, en Latinoamérica y en Argentina, suspender el ciclo lectivo, suspender las actividades no esenciales, otorgar licencia laboral a personas con factores de riesgo (mayores de 60 años) y recomendar enfáticamente el distanciamiento social.Todas estas medidas fueron anunciadas ayer en conferencia de prensa, lo que indica que el Gobierno Nacional está escuchando las voces de los especialistas a la hora de tomar decisiones de salud pública. Y es un alivio que así sea. En esta nota:



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