Mientras todos los grandes torneos del mundo fueron suspendidos a causa del coronavirus COVID-19, en Canadá se decidió continuar con el torneo Panamericano de Ottawa de lucha, en donde se definían los dos pasajes para los Juegos Olímpicos, que hasta la fecha están confirmados por las autoridades.Con todas las restricciones llevadas a cabo, entre las que se destacó la ausencia de público, los saludos con los codos y los recortes en los acompañantes de los luhcadores, Argentina logró hacer historia gracias a Agustín Destribats, que se metió por primera vez en el torneo olímpico a sus 22 años.
Agustín Destribats celebra su victoria y pasaje a los Juegos Olimpicso de Yokio 2020.
El cordobés vuelve a meter a un atleta de lucha en los Juegos desde que lo hiciera Paulo Ibire en Atlanta 1996, es decir 24 años atrás, y se suma a la lista de argentinos clasificados siendo el 143° en lograr su boleto a Japón, en tanto muchas otras disciplinas todavía deben llevarse adelante.Sin embargo, lo más curioso fue su regreso al país. Según le contó a Infobae, tuvo toda una odisea por delante. “Teníamos el regreso programado por Estados Unidos, pero por el coronavirus cambiamos los vuelos haciendo Ottawa-Toronto-Panamá-Buenos Aires. En Ezeiza el control fue con el papel de declaración jurada. En Córdoba, tras el vuelo nacional, sí fueron más rigurosos y nos tomaron la temperatura”, destacó.
En plena felicidad, llegó a su casa para cumplir con la cuarentena obligatoria y el asilamiento por 14 días, pero destacó que apenas llegó su familia saltó de felicidad para abrazarlo. “Los tuve que frenar; sabía que iba a complicarse, pero ahora voy a estar aislado y deberemos postergar el festejo”, remarcó Agustín.
