Este sábado, cuando se contabilizan 537 casos de coronavirus en el país, el ministro de Salud, Jaime Mañalich, confirmó al primer deceso en Chile a causa del Covid-19.
Se trata de una mujer de 83 años de la comuna de Renca que, según señaló Mañalich a través de su cuenta de Twitter, se encontraba postrada.
“Tenemos que lamentar el primer fallecido en Chile por Covid-19. Mujer de 83 años, postrada, en la que se optó por un manejo compasivo”, escribió el titular de la cartera de Salud en la red social.
Transcurridas las horas el mismo Mañalich salió a aclarar dudas a la prensa y explicó que la paciente tuvo un cuadro “relativamente benigno” a pesar de su condición de base que incluyó una enfermedad pulmonar obstructiva crónica.
“Habiendo considerado la posibilidad de trasladarla a una hospitalización domiciliaria, se toma la decisión de cuidados paliativos y de no ingresarla a la Unidad de Terapia Intensiva y menos conectarla a un ventilador mecánico. En definitiva, su evolución no fue satisfactoria y fallece el día de hoy a las 12:20 de la tarde”, señaló el secretario de Estado.
Mañalich mencionó además que, según los antecedentes epidemiológicos, la fallecida compartió con aproximadamente 20 personas el día 4 de marzo en un encuentro familiar. Tres o cuatro días después, otro integrante de la familia -que había llegado del extranjero- mostró síntomas y fue evaluado con coronavirus positivo.
“En resumen, en este cluster familiar estamos hablando de cuatro personas que resultaron positivas para coronavirus”, añadió.
Consultado por la definición de manejo compasivo, Mañalich explicó que como estaba consignado en la ficha de la paciente, se entiende que hay una decisión anticipada en el sentido de que si la paciente necesita asistencia muy invasiva, hay una decisión de no proveerla porque se estima que la situación clínica y las consecuencias eventuales de conectarla a un ventilador por ejemplo, con un pronóstico malo, hacen prudente esta aproximación al manejo de esta paciente”.
Finalmente, Mañalich aseguró que esta situación, al tratarse de un cluster familiar, no obliga a repensar el protocolo. “Esta situación en particular de una persona que comunicamos como uno de los casos que estaban siendo tratandos, de un cluster familiar, no motiva un cambio de conducta, pero es un tema que tenemos que resolver con el Presidente y autoridades mañana”, cerró el ministro.
