Nunca más y memoria LGTB: Por qué se habla de 30.400 desaparecidos?



Se cumplieron A 44 años del Golpe cívico-militar y en las redes sociales se vio más que nunca el número 30.400 que busca visibilizar a las personas de la comunidad LGBTQI desaparecidas, un reclamo histórico de activistas de la diversidad sexual.En la nota “Ser mujer y militante en la dictadura: cuando el opresor también está de tu lado” de Paula Giménez en Filo.news, Miriam Lewin dice: “La homosexualidad estaba tan estigmatizada fuera como dentro de las organizaciones. Los compañeros y compañeras mantenían en secreto, con dolor y a veces hasta con vergüenza su orientación cuando no era heterosexual. Cantábamos ‘No somos putos, no somos faloperos, somos soldados de FAR y Montoneros'”. “En los centros clandestinos de detención, se percibía que la manifestación de otra orientación distinta de la heteronormativa era una causal más de muerte”, sentencia Miriam.En aquellos años se utilizaba la palabra “homosexuales” como uno de los modos para designar a todas las identidades que no eran estrictamente heterosexuales. Incluía a gays, lesbianas, trans, travestis, bisexuales y más.María Laura Ludueña es directora de la agencia Presentes (agenciapresentes.org) que tiene perspectiva de derechos humanos y visibiliza las violencias contra las personas travestis, transexuales, transgéneros, lesbianas, gays, bisexuales, e intersex, pero también las conquistas del colectivo. Además es autora del libro “Laura. Vida y militancia de Laura Carlotto”. A ella le consultamos sobre la historia del número 30.400.De donde proviene el número 400?
Proviene de un testimonio que publica en 1987 Carlos Jáuregui en el libro “La homosexualidad en Argentina”. Allí el fundador de la CHA (Comunidad Homosexual Argentina) hace referencia por primera vez a 400 personas LGBT+ desaparecidas en el marco del Terrorismo de Estado. “Son solamente cuatrocientos de los treinta mil gritos de justicia que laten en nuestro corazón” escribió.Esas 400 no formaron parte de las listas de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP). El número se basa en una información que le comparte el rabino Marshall Meyer, que integró la CONADEP. y que identificaba entre las víctimas listadas de la dictadura a 400 “homosexuales” (categoría que incluía entonces a lo que hoy es LGBT+).¿Por qué se habla de 30.400?
Si bien la cifra es estimativa, se habla a grandes rasgos de 400 porque no estaban incluidas en las listas oficiales de la CONADEP, dicen que por presiones de la Iglesia. Ese número se baraja en un momento en que las desapariciones estimadas eran mucho menos que las 30 mil de las que hablamos hoy.Hablar de 30400 no es disputar los 30 mil sino visibilizar que aún se sabe poco acerca de la persecución del terrorismo de Estado a personas LGBT. Lamentablemente esa persecución no empezó con la dictadura ni terminó con el regreso de la democracia.¿Quienes impulsaron esta visibilización este año?
La visibilización no empezó este año, quizás se vio más en redes sociales pero la empieza la CHA en los ´80. Activistas de la diversidad sexual reclaman esto con la cifra simbólica 30.400, aunque otros piensan que esos 400 ya están incluidos en los 30.000.La visibilidad cobra fuerza con el avance de los juicios por delitos de lesa humanidad. Se vienen escuchando testimonios que dan cuenta de la represión a gays, lesbianas, trans y travestis. Como dice Silvia Delfino, ya se está construyendo esa memoria LGBT, pero el proceso de Memoria, Verdad y Justicia es muy complejo, y no tiene todavía la dimensión y visibilidad que podría tener.Pasaron años también hasta que se empezó a hablar de la violencia hacia las mujeres en los centros de tortura y exterminio, y se tipificaron y condenaron por primera vez los delitos sexuales.



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