Diario de un médico en pandemia: “Cuidarse para seguir cuidando”



Nos pasan tantas cosas en la vida, que si aparece el sol hay que dejarlo pasar. Suena el hermoso tema de Spinetta y Páez en mi auto sobre Camino de cintura, yendo al hospital. No suena de casualidad. Es el cumpleaños de mi Alma y le hago soplar las velitas por una video llamada que me deja un gusto a poco.

Voy escribiendo y todo se mezcla con el coronavirus. Pienso en dejar pasar el sol y en ventilar los ambientes. El gusto a poco me remite a la falta de gusto u olfato, síntomas sutiles que hay que preguntar al momento del interrogatorio. Se me caen las lágrimas, porque pienso en la Neumonologa que me dijo: “me agarra a los 54 años. Es diferente”. O en la microbióloga que es tan eficiente que no se banca un error cotidiano en medio de este lío. Pienso en que todo el día estoy hablando del personal de salud, nos nombramos como recurso humano, pero esto está lleno de momentos personales, de personas, hoy somos familia.

La salud mental empieza a ser tenida en cuenta, la SADI (Sociedad Argentina de Infectología) nos dice: “Es muy importante que pueda cuidarse para seguir cuidando”. Ahí recuerdo muchas veces las frases de mis pacientes cuando se despiden. “Cuídese”, “Esta flaquito, coma, lo necesitamos”. La última parte de la frase me deja pensando si lo dicen por mi o por ellos, supongo que por ambos.Pienso en la Neumonologa, además de llevar los 54 años muy bien es muy buena médica y persona. La he visto llorar. Me pone mal ver a mis compañeras llorar. Es que me recuerda eso que siento. No solo somos personas que podemos vivir de lo que nos gusta (argumento perverso a la hora de salarios y condiciones laborales), somos gente, solo gente, como esa película de Echarri (recomendación para aislamiento). Solo Gente.

Suena a posterior de “Bello abril”, “No llora” del Cuartetos de Nos. “Cuando no tenga a nadie cerca y el dolor no la deje pensar y si no están mis ojos para buscar respuestas. No llora”… eso dice la letra, pero mejor llorar ahora. Veo la recomendación de SADI:Usted puede experimentar:Irritabilidad
Cambios bruscos en el humor
Ansiedad
Hiperactividad
Dificultades para conciliar el sueño y descansar
Aumento de la atención involuntaria
Enojo
Necesidad de continuar con la tarea y dificultades para detenerse

Me gustaría decir en medio de los pasillos de las oficinas de cada equipo, “levante la mano el que…”, creo que las tenemos todas. Estar trabajando bajo presión. Estar atento/a a su salud es fundamental para poder seguir. Me detengo en eso. En este momento tenemos que cuidarnos para seguir. Me deja pensando sobre si siempre el estar bien debe estar ligado a la productividad. No es momento.

“Trate de hacer pausas para descansar, para alimentarse, mantenga comunicación con sus afectos y con colegas para compartir sentimientos y experiencias”. Eso hacemos a cada rato.“Hablar sobre sus preocupaciones y sentimientos lo ayudará a encontrar formas de atravesar este momento y también puede ayudar a los otros”.

Yo escribo en este diario. Trato de soltar, de largar. Otros lloran. Algunos cantan. Hay quienes hacen gimnasia o yoga. Todos buscamos sentirnos bien, estar fuertes, apoyarnos en nuestras familias, transformarnos en familia.

Vuelvo a poner Bello Abril. “Y las violetas que coronan tu tristeza”…pero estamos rodeados por el coronavirus y la tristeza. Sigo leyendo: “Recibir apoyo y atención de otros puede brindar alivio y evita la sensación de soledad”. Transformo mi diario de pandemia en un diario íntimo. Feliz cumpleaños hija, ya nos vamos a poder abrazar, remata Páez, “Para que no tengamos nunca más soledad”.



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