Dinero de los partidos más comunicación que solución



El pasado martes 7 de abril, el presidente Andrés Manuel López Obrador, hizo un llamado a los partidos políticos a entregar el 50% de sus prerrogativas para atender la contingencia del coronavirus COVID-19.
Por su lado, ese mismo día el Instituto Nacional Electoral (INE) emitió un boletín con su postura a partir del llamado del presidente: “Los partidos políticos, entidades de interés público, no pueden donar ni devolver recursos ya depositados en sus cuentas entre enero y abril” … “A partir de mayo próximo pueden renunciar a la totalidad o a una parte de sus prerrogativas de financiamiento público”.
El tema del presupuesto y prerrogativas que reciben los institutos políticos ha sido un tema controversial en México por lo menos los últimos 5 años. No olvidemos que 2017, la iniciativa “Sin Voto No Hay Dinero”, del entonces diputado local de Jalisco, Pedro Kumamoto, lo impulsó al panorama nacional abriendo el debate sobre la cantidad de recurso público que ejercen dichos institutos, así como la forma en que se calculan los mismos. En un país en donde el 41.9% de su población vive en situación de pobreza, el destino de 5,239 millones de pesos (presupuesto a partidos políticos en 2020), es un tema que nos atañe a todos.

Para poder modificar el presupuesto de los partidos políticos es necesaria una reforma al Título Quinto, Capítulo I de la Ley General de Partidos Políticos; entonces, si es ilegal la donación de las prerrogativas, si su cálculo y uso de dicho recurso está definido en la ley, si es tema que ya se había revisado en contingencias previas (terremoto del 19 de septiembre 2017), y sobre todo, es un recurso que no llega ni al 3% del presupuesto del INSABI, las declaraciones del presidente tienen más un tinte político que de solución ante la contingencia
No olvidemos que los partidos políticos tienen un nivel de confianza entre la población de tan solo el 5.4 en escala de 10, situándose como la penúltima institución con menor confianza, lo que los vuelve un buen objetivo de distracción política (la famosa caja china) cuando se busca incrementar la aprobación del presidente, la cual ha caído a su nivel más bajo, por debajo del 50% según varias casas encuestadoras.
Más allá de colores y filias políticas, salir a acrecentar el desprecio por los institutos políticos de oposición es seguir polarizando a la sociedad en momentos en donde lo que el país requiere es unión ante los retos que nos presenta esta crisis: decrecimiento económico de -7%, falta de equipamiento médico, pérdida de más de 500,000 empleos, falta de pruebas de COVID-19, incremento en los niveles de pobreza, entre otros. No es momento de construir capital político, son tiempos de solución y acción en pro de la gente.
Las opiniones vertidas en las columnas son de exclusiva responsabilidad de quienes las suscriben y no representan necesariamente el pensamiento ni la línea editorial de Monitor Expresso



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