Criado en una familia de artistas, Adrien Brody cultivó desde chico su pasión por las artes escénicas y empezó a actuar profesionalmente en televisión a la edad de once años. Antes de convertirse en un actor de renombre internacional, ya había trabajado bajo las órdenes de directores de la talla de Spike Lee, Steven Soderbergh y Terrence Malick. A pesar de su evidente talento, sus trabajos no llamaron la atención de la crítica y el público de todo el mundo hasta que Roman Polanski lo convocó para convertirse en el pianista de su aclamada película homónima.
El Pianista (The Pianist, Roman Polanski, 2002)
Hasta el día de hoy, su protagónico en esta dramática biopic sigue siendo el papel que más reconocimiento le trajo. Basada en las memorias del verdadero pianista del título, la película narra la historia de Wladyslaw Szpilman, el músico polaco de origen judío que intenta sobrevivir en Varsovia durante la Segunda Guerra Mundial. Aclamado por la crítica de todo el mundo, Adrien Brody ganó el Oscar y el César (su equivalente francés) a Mejor Actor ese el mismo año, y hasta el día de hoy sigue siendo el único americano en ostentar este mérito (junto a Kristen Stewart). Además se convirtió también en el primero en ganar un premio de la Academia en esa categoría contra otros cuatro actores que ya habían sido nominados previamente.
Los Hermanos Bloom (The Brothers Bloom, Rian Johnson, 2008)
En 2005 se consagró como una estrella de Hollywood al protagonizar la remake de King Kong de Peter Jackson, uno de los tanques más caros del año, donde actuó junto a Naomi Watts y Jack Black. Un año antes de convertirse en el nuevo galán de la industria, había aceptado un papel diametralmente opuesto en La Aldea (The Village, 2004) de M. Night Shyamalan. Su gran rango interpretativo siguió despertando elogios de la crítica y comenzó a ser buscado por algunos de los nuevos directores más prometedores de la industria. Entre ellos, Rian Johnson lo convocó para protagonizar junto a Mark Ruffalo y Rachel Weisz su segunda película, una comedia de autor sobre dos hermanos estafadores que apuntan a realizar un último trabajo millonario, conquistando a una excéntrica heredera.
Medianoche en París (Midnight in Paris, Woody Allen, 2011)
Entre los grandes directores que buscaban incorporar el talento de Adrien Brody a sus filas por esa época, Woody Allen lo eligió para encarnar a Salvador Dalí en su aclamada comedia romántica con toques de fantasía. Aunque el actor solo aparece en un fragmento de la película, cuando el protagonista se traslada a la década del veinte, su interpretación del excéntrico pintor surrealista es una de las más atractivas, y tiene algunas de las mejores escenas y frases memorables del guion. Este fue su primera y única colaboración con el director americano, pero volvió a trabajar junto a sus compañeros de reparto Owen Wilson y Léa Seydoux en El Gran Hotel Budapest unos años después.
El Gran Hotel Budapest (The Grand Budapest Hotel, Wes Anderson, 2014)
El look lánguido y apariencia europea de Adrien Brody, mezclados con su particular estilo interpretativo y el acento oriundo de Queens, le dan esa cualidad perfectamente balanceada entre lo clásico y lo moderno, que le sienta tan bien a las películas de Wes Anderson. La primera vez que trabajaron juntos fue en Viaje a Darjeeling (The Darjeeling Limited, 2007), donde interpreta a uno de los tres hermanos que viajan a la India para conectar tras la muerte de su padre. A partir de ese momento se convirtió en uno de sus actores fetiche y dos años después hizo una de las voces en Fantastic Mr. Fox, la aventura animada basada en la novela de Roald Dahl. En 2014 formó parte de este aclamado relato coral como Dmitri, un irritante y despiadado heredero dispuesto a todo. También está confirmado en el reparto de la nueva película de Anderson, The French Dispatch (20220), que aún no tiene fecha de estreno anunciada.
Depredadores (Predators, Nimród Antal, 2010)
El rumbo de su carrera tomó un giro inesperado cuando, en el mejor momento de su vida profesional, decidió formar parte de esta reboot del clásico de ciencia ficción Depredador (Predator, John McTiernan, 1987). Mientras que la película original estaba protagonizada por el musculoso e icónico Arnold Schwarzenegger, el director de esta versión y el productor Robert Rodríguez declararon que buscaban a un actor como Adrien Brody en función de hacer una versión lo más alejada posible de la original y despegarse del calificativo de “remake”, asegurando que podían hacer que el protagonista “se viera rudo, pero no podían enseñarle a actuar”. Por su parte, el actor dijo que se lo tomó como un desafío profesional, en el que puso la misma disciplina que en una de sus películas más dramáticas, y que está interesado en volver a interpretar a su personaje en la eventualidad de una secuela.En esta nota:
