La interna del cuestionado y tensionado directorio que lidera Horst Paulmann en Cencosud



La irrupción del COVID-19 ha sido un arma de doble filo para Horst Paulmann. Por un lado, la cuarentena ha disparado el negocio de supermercados, validando su apuesta histórica respecto a que en tiempos de crisis la gente igual tiene que seguir comiendo.
Pero, al mismo tiempo que Jumbo y Santa Isabel no dan abasto, la crisis que golpea al retail desde el estallido social se está profundizando con el frenazo económico que gatilló la pandemia y eso resulta devastador para el holding Cencosud. El consumo en general y las ventas minoristas en particular –con excepción de alimentos y farmacias– se desplomaron desde que comenzaron las restricciones y las cuarentenas. Y nadie puede predecir cuándo comenzarán a repuntar.
Los analistas rescatan que la crisis sorprende a Cencosud con una posición financiera fortalecida, luego de la apertura en Bolsa del negocio de centros comerciales el año pasado, lo que le permitió bajar su nivel de endeudamiento. “Hace un año esta crisis podría haber hecho tambalear a la empresa. Ahora tiene espacio para aguantar la tormenta perfecta que se viene”, afirmó un analista que sigue al holding desde hace más de 5 años.
Y en medio de esta tormenta, el liderazgo de Paulmann y del directorio de Cencosud nuevamente están siendo cuestionados por inversores, incluyendo algunas de las AFP.
Su decisión más polémica es la de haber aprobado repartir –cuestión que la Junta de Accionistas de la empresa ratificó– un dividendo que casi triplica el mínimo legal, a los pocos días de haberse acogido a la Ley de Protección al Empleo, a través de la cual los propios trabajadores, por medio de sus fondos de cesantía, y el Gobierno, con dinero de todos los chilenos, se hacen cargo de parte de los sueldos de los trabajadores de la firma.
El ministro de Hacienda, Ignacio Briones, fue claro en hacerle saber el malestar de La Moneda durante una entrevista en EmolTV: “La verdad que para la ciudadanía resulta inentendible y para el Gobierno también, lo quiero decir con mucha claridad, que al mismo tiempo una empresa que se acoge a la Ley de Protección de Empleo, lo que supone sacrificios monetarios relevantes para los trabajadores de esa empresa que se acogen, lo que supone además el uso indirecto de recursos fiscales, que han movilizado un gran esfuerzo de nuestra parte para concurrir con recursos frescos que puedan mantener la sostenibilidad del fondo (…), no se entiende ocupar este instrumento de emergencia y al mismo tiempo entregar utilidades sobre el mínimo legal (30%). Son señales contradictorias que a los chilenos y al Gobierno les cuesta entender”.
Hay inversores institucionales que no están contentos y culpan tanto a Paulmann como al directorio de Cencosud. “Es el tipo de cosas que el sector privado sigue haciendo en Chile, que nos deja mal puestos a todos y le quita legitimidad al sistema”, recalcó una fuente del sector.
Paulmann y su familia controlan el 53% de Cencosud, por lo que el reparto de dividendos lo benefició directamente. De acuerdo al ranking Forbes, su fortuna está entre las tres más grandes de Chile.
La polémica por el dividendo ocurre a menos de dos semanas que Paulmann nombrara al exministro de Hacienda, Felipe Larraín, para integrar el directorio. Se cuestiona no solo que esto ocurre apenas transcurridos seis meses desde que saliera del gabinete, sino que también el hecho de que no tiene experiencia alguna en retail.
Una fuente que conoce muy bien al directorio de Cencosud dijo que Larraín se suma a la larga lista de directores que no conocen el negocio: “Fue ministro de Hacienda hace seis meses. Paulmann ni lo conoce y la verdad que no le veo la lógica. Cada decisión que tome va a tener que tener cuidado por tener al exministro de Hacienda dentro. Va a ser un circo”.
También causó sorpresa en el mercado el retorno al directorio de Stefan Krause. Será su tercer paso por el holding. Sus salidas anteriores siempre han sido por “sugerencia” de Paulmann. A su favor tiene que él sí sabe de retail y supermercados.
Hay inversores que también han comenzado a impacientarse con el directorio, del que dicen que se está mostrando débil y que no actúa como contrapeso del empresario mayoritario.
A modo de ejemplo, apuntaron a que Cencosud ha tenido ya tres CEOs en menos de dos años. Jaime Soler fue reemplazado por Andreas Gebhardt, quien venía de Enel, sin ninguna experiencia en retail y, como muchos predijeron, no duró mucho. Matías Videla, el argentino que lo reemplazó, sí tiene el respeto del mercado. Los que lo conocen afirmaron que no tiene el carisma de Soler, pero posee suficiente personalidad como para, por lo menos, tomar decisiones difíciles y enfrentar a Paulmann si fuere necesario. Habrá que verlo en la cancha.



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