Abel Pintos: “Cada vez que la veía a Mercedes Sosa me era imposible no llorar”



Cuando tenía siete años fue elegido para participar en un homenaje a San Martín en la escuela. Cantó tres temas: uno de Víctor Heredia, otro de León Gieco y el tercero de Horacio Guaraní; lo que no se imaginaba, era que Raúl Lavié lo iba a escuchar y que ahí cambiaría su vida.Estamos hablando de Abel Pintos, quien desde su casa en cuarentena protagoniza una nueva edición de Caja Negra: “Creo que ese primer concierto en mi escuela fue el momento en que me convirtió en lo que soy”, confesó en diálogo con Julio Leiva.Luego, siguió: “Yo cantaba en los recreos, pero casi no sabía tocar la guitarra, pero sabía más que la mayoría de mi audiencia, entonces valía. Un día, la directora me dijo que estaba el acto de San Martín, uno de mis héroes de la vida desde niño, y me dijo que le gustaría que yo represente al colegio en un acto artístico. Me lo tomé con toda la responsabilidad del mundo y fue muy especial y me dije ‘esta es mi oportunidad”.Comenzó a cantar en un coro a los 11 años, en Bahía Blanca, y a dar sus primeros conciertos. El director lo eligió como solista, experiencia que decidió aprovechar al máximo: “Cuando se calló el coro y canté solista, fue revelador y me dije ‘esto quiero yo’”.A esa misma edad vivió un show de Mercedes Sosa por primera vez, lo cual lo marcó como artista: “Cada vez que la veía me era imposible no llorar. Por Mercedes siempre sentí un amor profundo casi sin conocerlo. No sé si estaba alineado con sus pensamientos y elecciones fuera de la música, pero escuchaba un disco de ella y me sentía en el cielo. Podía sentir su energía”, señaló.Distinta es la relación con León Gieco: “Hace mucho que no lo veo y lo extraño, extraño verlo, su humor, la energía que tiene. Me divierto mucho con él y aprendo mucho”, aseguró el artista. Fanático de ANIMAL desde que tenía 13 años, confiesa que tiene una gran relación con Andrés Giménez: “Hoy somos como hermanos”, asegura. También guarda un gran cariño al baterista Martín Carrizo, quien sufre de esclerosis lateral amiotrófica (ELA): “Produjo mi tercer disco y supo contenerme mucho. Es un divino absoluto. Es muy duro que alguien tan bueno, un tipazo, esté sufriendo así, da bronca”.

Foto: Filo News

Su primer disco fue “Para cantar he nacido” (1997), y a partir de allí su camino siguió en ascenso. “La música es un elemento sanador, no tengo dudas. Cuando tenés la oportunidad de hacer música, estás trabajando con energía. La música es vibración, frecuencia, energías, como las emociones humanas”, afirma.Entre sus grandes éxitos se encuentran los temas “Sin principio ni final”, “Cien años” o “Cómo te extraño”. “A mediados del año pasado, tocamos en un evento en la Patagonia y hacía tanto frío que el público estaba adentro de los autos. Al terminar las canciones, hacían luces y tocaban bocina”, recuerda, en relación a todos sus fanáticos y fanáticas.

Foto: Filo News

En la actualidad, presentó nuevos temas como “El hechizo” junto a Beatriz Luengo, aunque confiesa que busca lograr estabilidad en pleno contexto de pandemia por coronavirus. “Está todo muy improvisado, con gran esfuerzo de los médicos que están a las piñas con un fantasma”, evaluó.Como muchos, el músico se vio obligado a cancelar shows y postergar eventos por la crisis sanitaria. Según su visión, aunque se reactivan los espectáculos en vivo deberán cumplir con restricciones y normas de cuidado, y lo más complicado será organizar los festivales. “La situación actual es dura, pero como es para toda persona. No importa a qué te dediques, es duro resignar tu libertad. Igual es loco, porque resignamos libertad por un bien común y cuidarnos solidariamente. Por momentos es angustiante pero no considero que sea más duro para mí como músico”, afirmó.Luego añadió: “Lo que está pasando influye a la hora de componer y reinterpretar. Algunas canciones tienen un significado distinto para mí, por lo que me pasa a nivel personal sino por todo lo que está pasando”.

Foto: Filo News

En este contexto, donde “la sensibilidad de todos está muy susceptible y estamos todos más emocionales que nunca”, el músico aprovecha para pasar tiempo con su pareja, Mora Calabrese, en la dulce espera de su primer hijo.El artista definió esta experiencia como “muy reveladora”: “Tener un hijo te cambia, todo se relativizó mucho. Todo lo que creía que conocía ahora de repente está como liviano, no sé ahora hasta qué punto conozco cosas de la vida. Cambian las prioridades, empiezo a tener una mirada desde otra perspectiva, fundamentalmente de mí mismo”, aseguró.El artista se enteró que iba a ser padre por teléfono, cuando estaba de gira en Mendoza: “Lloré de emoción y me reía a carcajadas. Cuando corté, me quedé un rato en silencio y abracé a la primera persona que me crucé”, recuerda de ese momento. Se define como un hombre de fe, la cual se reveló con mayor intensidad “por haber creado vida con alguien a raíz del amor”.Este sentimiento solo se compara con el arte de componer, de escribir: “La poesía es de las cosas más viscerales que conozco, te pone todo al frente y esto siento con ser padre, que la vida me pasa más cerca de los ojos que nunca”.Cada semana se publicarán nuevos episodios de Caja Negra, en el cual diferentes figuras se someterán a las preguntas del periodista Julio Leiva. Y vos, ¿te animás a recordar qué momento hizo un click en tu vida?En esta nota:



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