El enorme reto de aprender a distancia

La decisión de culminar el presente ciclo escolar con clases a distancia se ha convertido en un reto enorme para maestros, alumnos y padres de familia, pero sin duda alguna esa forma de trabajo implementada de emergencia debido a la contingencia sanitaria por el COVID-19 todavía se pone más cuesta arriba en la zona serrana, donde el factor tecnológico no es el único obstáculo que enfrentan esos estudiantes para continuar su formación académica.  En los pueblos de la sierra es casi imposible tener acceso a internet; además, muchos toman la clase mal alimentados, y, para rematar, los padres de la mayoría no terminaron ni la primaria, así que se convierte en una odisea el que ellos puedan servir de apoyo en estas clases a distancia, lo que hace que tanto maestros como alumnos estén con todo en contra para laborar en línea.  Lo que sí se reconoce es a esos maestros que tienen una vocación real por la docencia y se trasladan hasta esos pueblos enclavados en la sierra de Sinaloa municipio, retando la contingencia, porque saben que sus educandos necesitan de ellos, pues de otra manera les será muy difícil aprender, y no por falta de ganas, sino por culpa de ese rezago social al que han sido condenados.



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