Análisis | The Vast of Night: ciencia ficción de la buena y con pocos recursos



La pandemia de COVID-19 nos alejó de las salas de cine y puso en parate a la industria, dilatando estrenos hasta nuevo aviso. En medio de la crisis, las plataformas de streaming se convirtieron en “the next best thing”, dándoles espacio a esas producciones chiquitas que, de todos modos, iban a esquivar la exhibición tradicional. Es el caso de “The Vast of Night”, película de ciencia ficción pergeñada por el debutante Andrew Patterson, director, productor, coescritor y montajista de este pequeño hallazgo que brilla desde el catálogo de Amazon Prime Video.  Tras pasar por el Festival de Cine de Slamdance en enero de 2019 -y un largo camino desde su rodaje en 2016-, Amazon se hizo con los derechos de distribución para su propio sistema on demand, además de estrenar la película en algunos autocines de Estados Unidos, un ambiente casi perfecto para este relato cargado de nostalgia cincuentera, libremente basado en el incidente (OVNI) de Kecksburg y las desapariciones de Foss Lake.

Una antigua pantalla de TV nos trasporta al pequeño pueblo de Cayuga, en Nuevo México. “Lo Vasto de la Noche” (The Vast of Night) no es más que un episodio de “Paradox Theatre”, serie antológica en la vena de “La Dimensión Desconocida” (The Twilight Zone): un recurso que Patterson nos recalca constantemente para recordarnos que no es más que una historia dentro de otra historia, una suerte de ‘radioteatro’ que cobra vida ante nuestros ojos con una impecable economía de recursos (el film costó apenas 700 mil dólares que el realizador pagó de su bolsillo) muy bien utilizados.   Pronto conocemos a la verborrágica Fay Crocker (Sierra McCormick), adolescente curiosa y entusiasta que, en sus ratos libres, ayuda a su madre como operadora de la centralita telefónica local. La chica tiene una buena relación con Everett Sloan (Jake Horowitz), presentador de la WOTW, estación de radio local, que sueña con conseguir esa gran historia y triunfar a lo grande.

Everett en su elemento

Es noche de partido de básquetbol en el gimnasio de la secundaria local y, mientras todo el pueblo se congrega para ver el encuentro, Fay y Everett se encargan de sus respectivas tareas. La jornada vespertina es interrumpida por una extraña interferencia, tanto en los llamados que recibe la operadora, como en la señal que emana desde el aparato de su radio. Crocker no lo duda, y acude a Sloan en busca de respuestas sobre el misterioso sonido. El locutor no tiene mejor idea que compartirlo con su escueto público, esperando que alguien desde el otro lado tenga algún indicio.Everett obtiene su respuesta y partir de ahí el suspenso va creciendo en medio de un clima de conspiraciones gubernamentales, extraños fenómenos que se avistan en el cielo y una misteriosa habitante (Gail Cronauer) que tiene su propia experiencia para compartir. Patterson y su coguionista, Craig W. Sanger, conjugan un relato anclado en los tropos de la ciencia ficción (y la ingenuidad) de la década del cincuenta, tomando las analogías de las invasiones extraterrestres -básicamente, la amenaza comunista- como base del peligro, pero reformulando los temas en un contexto más actual. De repente, el testimonio de Billy (voz de Bruce Davis) del otro lado de la radio, cobra relevancia en la coyuntura que se vive por estos días en Estados Unidos (y el mundo), reflexiones sutiles y profundas sobre la oscura naturaleza humana, que pretenden esconderse en el entramado de esta historia fantástica.      

Fay y su espíritu curioso

“The Vast of Night” no puede escapar del mote de ‘película chiquita e independiente’, pero hace gala de cada uno de los recursos que pone al servicio de la narración, ya sea la química entre sus dos protagonistas (algo así como discípula y mentor, con algo de amor platónico de por medio), o una cámara curiosa que nos lleva a explorar cada rincón de este pueblito, totalmente ignorante de lo que pasa entre las estrellas (así sí, vale la pena un plano secuencia).  El resto es dejarse llevar por el fascinante cuentito que conjuga Patterson, haciéndose eco de esa nostalgia tan explotada por estos días, pero con un sentido y acercamiento totalmente moderno. Hasta se da el lujo de dejar la pantalla en negro en los picos más altos de tensión, poniendo a prueba nuestros sentidos e interés como espectadores. Todos sus trucos funcionan a lo largo de estos 89 minutos, sobre todo cuando nos damos cuenta que la historia llegó a su fin y necesitamos saber un poco más sobre estos personajes con los que nos relacionamos de entrada.  

Un dúo y una química imbatible 

“The Vast of Night” es esa joyita perdida en cualquier catálogo on demand, beneficiada por la cuarentena y cierto conocimiento previo de la audiencia sobre los temas a los que se remonta. Ideal para conspiranoicos del Área 51, amantes de la ciencia ficción más clásica y aquellos que necesitan un abrazo de confort en medio de la pandemia.  

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