¿Por qué falta el agua?



Lavarse las manos, toser en el pliegue del codo y mantener la distancia social. Esos fueron los pilares primeros de la lucha contra el Covid-19 en nuestro país y en el mundo. Pero ¿con qué lavado, sea de manos o alimentos, podemos cumplir si al abrir la canilla no sale agua? Esa es la realidad a la que se enfrentan miles de hogares hoy en día; la pregunta que se hacen una y otra vez miles de personas mientras la recomendación de higienizarse con agua y jabón se repite en loop. Y a no equivocarse, que al contrario de lo que creen muchas personas, no es una problemática exclusiva -aunque sí lo es histórica- de los barrios más vulnerables. La falta de suministro, la baja presión, los cortes intermitentes, las pérdidas y el agua turbia, entre otras cosas, afectan a muchísimos distritos diariamente, y la cosa se complica cuando se trata del Área Metropolitana de Buenos Aires (sí, el famoso AMBA), hoy foco de los contagios, en medio de una pandemia cuyo virus se combate con agua, jabón y distancia.

Protesta en medio de la pandemia por falta de agua en los barrios | Foto: NA

No hace falta mucho para poder distinguir las problemáticas que aquejan a porteños y bonaerenses: basta con una simple búsqueda en Twitter para despejar cualquier tipo de duda. Por supuesto, las consecuencias cambian de un territorio a otro y de un hogar a otro; la falta de agua (en los peores casos, causada por la falta misma de una red de agua potable) no se siente de la misma manera en la Villa 31 que en Villa Pueyrredón.A Patricia, que hace 15 años que vive en Caballito, nunca le faltó agua. Pero el pasado jueves 4/06, una situación que comenzó con baja presión se transformó en un calvario para ella y sus vecinos de edificio, que sólo a través de una catarata de llamadas a Agua y Saneamientos Argentinos (AySA) lograron que les envíen una cuadrilla a arreglarlo: “¡Más de 72 horas sin agua!”, le dijo a Filo.News. “¡En plena pandemia ignoraron que no había agua!”.La indignación de Patricia sería probablemente la de cualquier persona en su situación. De hecho, Alejandra, referente de la Villa 21-24, esa indignación la conoce muy bien.“Yo tengo 40 años y desde que tengo uso de razón siempre hemos sufrido la falta de agua en el barrio”, contó a este medio. “Por obras inconclusas, licitaciones por las que han venido empresas amigas de los gobiernos que han estado al frente de la Capital Federal y nunca han cumplido. Han cobrado por esos supuestos trabajos y nunca los han hecho. Es uno de los reclamos históricos que tenemos con el tema de la urbanización de las villas”, denunció.

La falta de agua es histórica en los barrios populares | Foto: NA

Resignada cuenta que “son muy pocos los sectores del barrio en que se han hecho las obras ‘bien’ y donde se ha mejorado el tema del agua. Hace poco tuvimos que hacer un corte de calle porque más de 15 manzanas se quedaron sin agua y otras 10 con poca presión. Se tenían que levantar los vecinos a las 2, 3 de la mañana con los baldes a juntar agua para poder aguantar en el día”. 

Sin ir más lejos, el caso de Ramona Medina, referente de la Villa 31, conmocionó al país y al mundo  -hasta Roger Waters le dedicó unas palabras. En un video difundido por La Garganta Poderosa, Medina reprochaba al vicejefe de Gobierno porteño Diego Santilli por sus dichos: “Llevamos 8 días sin agua y nos piden que nos higienicemos, que nos lavemos las manos, que tengamos el mayor cuidado, que no salgamos a la calle. Me pregunto ¿cómo pretenden ellos que no salgamos a la calle si yo tengo que ir todos los días a comprar agua?”. Y seguía: “Lo invito a mi casa, que él se quede en mi casa un día y vea el terror, el miedo, la desesperación de no tener agua”. Ese virus al que Ramona tanto le temía un día terminó con su vida y, al día de hoy, con la de otras 66 personas más.Una pregunta similar a la que se hizo Ramona en aquel video, se hace hoy Alejandra, que integra la organización popular de la 21-24, Orilleres: “En épocas de pandemia esto es terrible porque nosotros que venimos laburando en las postas de salud, ¿de qué lavado de mano vamos a hablar si abrís la canilla y no tenés agua?”.
“Por eso uno de los reclamos principales es que se hagan cargo de asegurarnos el agua. Otra de las cosas por las que se sufre en el barrio es que a les niñes que van a retirar la merienda a las escuelas les están entregando leche en polvo ¿con qué hacés la leche en polvo si no tenés agua? Y así miles de cosas”, precisó.Una de las respuestas que brindó Aysa junto a la Unidad de Gestión de Intervención Social (UGIS, perteneciente al Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat porteño) fue la implementación de una camioneta que distribuye hasta 10 sachés de agua por hogar.

La camioneta del Gobierno porteño repartiendo sachets de agua | Foto: Gentileza Alejandra

“Te alcanza para tomar mate, para lavar o para tirar agua en el baño -y tenés que medir cuántas veces vas al baño. Recién hervida la podés tomar; varias veces hemos descubierto que las aguas que traían estaban vencidas”, contó Alejandra.

Entregan hasta 10 sachets por hogar | Foto: Gentileza Alejandra

Y así como la 21-24, la 31, la 1-11-14, la 15, la 20. 
Y así como Caballito, Flores, Mataderos, Parque Avellaneda, Villa Ortúzar, Colegiales, Belgrano, y muchos barrios más.Si bien desde el entorno de la titular de Aysa Malena Galmarini no brindaron declaraciones oficiales sobre las medidas tomadas/a tomar frente a la pandemia, en los últimos días la funcionaria, además de enumerar obras de infraestructura ante la prensa, se reunió con autoridades del Ministerio de Salud de la Nación “para avanzar y potenciar el estudio de detección de COVID-19 en líquido cloacal”, según publicó en su cuenta de Twitter.
A pesar de que no dio muchas precisiones apuntó que “desde AySA desarrollamos una nueva herramienta que creemos que no solo va a servir para este momento, sino para situaciones futuras. La vigilancia epidemiológica es una herramienta muy importante para bajar la morbilidad y la mortalidad de la población”.A principio de mes, Galmarini también deslizó en una entrevista con C5N que en la empresa cuando potabilizan el agua le agregan “un poquito más de cloro por las dudas”, frase que tuvo que ser aclarada en notas posteriores: “AySA habitualmente clora el agua entre 0,8 y 1 mg por litro. Lo que hicimos fue reforzarlo hasta 1,2 mg por litro. Esto es muy por debajo de lo que es perjudicial para la salud”, a lo que luego agregó que “desde el inicio de la pandemia la OMS y otros organismos internacionales” habían recomendado “el refuerzo de la cloración en más de 1 mg por litro”, información verificada por Chequeado.

En la Provincia (sacando el conurbano que es jurisdicción de AySA), el foco se encuentra en los partidos de La Plata, Berisso y Ensenada, donde los problemas con el agua abundan, barrio vulnerable o no. Allí, la empresa responsable del suministro de agua y las cloacas es Aguas Bonaerenses S.A (ABSA), que asiste a unas 2 millones de personas.Consultada por este medio, la empresa alegó que muchas de las problemáticas están vinculadas a situaciones como la de gran parte de la ciudad de La Plata, que es abastecida a través de “perforaciones subterráneas que dependen de su óptimo funcionamiento en gran medida a la provisión de energía eléctrica, situación que puede ocasionar interrupciones en el servicio o generar una merma de presión en la red”.

Empleados de ABSA durante un arreglo | Foto: Twitter @ABSAOficial

Por otro lado, argumentaron que últimamente hubo “vandalizaciones en los establecimientos que también repercuten en el servicio”.Sin brindar muchas especificaciones, ABSA señaló a Filo.News que para “servicios de contingencia” dispone de “camiones cisterna de 10 mil litros de capacidad para suministro alternativo de agua” para ser destinados a “hospitales y centros de salud, geriátricos, instituciones, comedores y sectores vulnerables que no poseen redes o existiendo, no son operadas por ABSA”. De cara al pico de contagios -que ya parece estar acá con más de 1.000 positivos nuevos por día- la desesperación en cualquier familia a la que le falte agua o pueda acceder a ella pero en pésimas condiciones crece cada vez más.La falta de infraestructura ocasionada por obras mal hechas o directamente sin hacer; el vandalismo a las instalaciones; los problemas con el suministro eléctrico y la lenta e insuficiente capacidad de respuesta por parte de las autoridades pertinentes frente a las problemáticas diarias son algunas de las causales que hoy impiden a muchísimas personas disponer dignamente de un recurso vital como lo es el agua que, en medio de un brote mundial que ya generó más de 400.000 muertes, toma una relevancia mucho mayor.
Las palabras de Ramona en aquel video hoy siguen resonando: “Hay una pandemia que nos está consumiendo. Nos están diciendo ‘lávense las manos todo el tiempo’ ¿y cómo lo hacemos si no tenemos agua?”.



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