Irritabilidad y pérdida de memoria pueden persistir tras Covid-19


Últimamente se ha hablado bastante de los posibles efectos neurológicos que traería consigo el Covid-19, los que de acuerdo a profesionales de distintos países de Europa y América afectarían a cerca del 50% de los contagiados.
De acuerdo a un acotado estudio aplicado en pacientes con coronavirus internados en el Hospital Universitario de Estrasburgo (Francia), entre las consecuencias más comunes del Covid-19 a nivel de sistema nervioso central estarían los estados de confusión, los que afectarían tanto a jóvenes como a personas maduras y de la tercera edad.
Sin embargo, la neuróloga de Clínica Alemana, dra. Lorna Galleguillos, afirmó a hoyxhoy que hasta ahora “en la literatura no se ha logrado ver una infección y causalidad directa en el sistema nervioso central y el compromiso neurológico. En algunos pacientes se ha asociado a toda la cascada inflamatoria que se produce durante el contexto infeccioso”.
¿Cómo detectarlo?Para la profesional, una forma rápida de detectar un compromiso neurológico en una persona es hallar una alteración de conciencia, que se puede producir de distintas maneras.
“Puede ser un compromiso cualitativo en el cual vemos que los pacientes que están infectados pueden tener mayor tendencia a quedarse dormidos y cuesta despertarlos. Obviamente, hay que tener en cuenta que en algunos pacientes esto no es por compromiso directo del sistema nervioso central sino que porque no hay una buena oxigenación. Por otro lado, está el compromiso de conciencia cualitativo, donde podemos ver algunos cambios en temas de personalidad”, explicó la médica.
En este aspecto, Galleguillos especificó que lo más común es ver que los pacientes se vuelven más agresivos, más irritables o con mayor tendencia a la labilidad emocional (cambios bruscos en el estado emocional). Aunque, agregó ,”en general, cuando hay un compromiso encefálico, principalmente de la parte anterior del cerebro con un cuadro inflamatorio secundario o alguna infección se produce una desinhibición, irritabilidad, agitación”.
La duración de estos efectos en los pacientes “depende del tiempo de evolución”, manifestó la experta. Es decir, los trastornos de personalidad, la conciencia alterada o mayor necesidad de dormir no son persistentes en el tiempo, sino que lo normal es que duren lo mismo que el cuadro infeccioso.
No obstante, Galleguillos dijo que “hay pacientes que pueden permanecer con estos síntomas por más tiempo. Esto suele verse en pacientes que son mayores o algunos que tienen comorbilidades psiquiátricas previas al inicio del cuadro infeccioso”.
Con respecto a la memoria, la neuróloga sostuvo que hay un cuadro encefalítico que se produce por el compromiso inflamatorio que afecta principalmente los lóbulos temporales, que es donde se graba la información y se produce un trastorno en la memoria reciente, es decir, en el grabar información. Así, “a los pacientes les cuesta procesar y almacenar la información. Obviamente este trastorno debiera ser autolomitado al cuadro infeccioso y debería ir mejorando a medida que el paciente se mejora. Ahora, pudiese suceder que tuviésemos una recuperación un poco más larga de compromiso de memoria o de los compromisos conductuales en el tema de personalidad si la infección fue muy severa y hubo un período de estadía en cuidados intermedios o en una unidad de cuidados intensivos, donde se agrega un fenómeno que se llama delirium postintubación”, sostuvo Galleguillos.
El delirium postintubación es un período confusional que se asocia a cuando un paciente sale de intubación.



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