Película que rescatará historia del cardenal Silva Henríquez tras el golpe participa en Cannes



El proyecto de una cinta sobre el cardenal Raúl Silva Henríquez y su lucha por la defensa de los derechos humanos durante la dictadura militar fue una de las cartas de Chile en el evento de mercado realizado en Cannes.
El encuentro ocurrió de manera virtual del 22 al 26 de junio y la cinta fue mencionada por Variety como una de las participantes junto a otras como “Tengo miedo torero” de Rodrigo Sepúlveda  y “Sergio Larraín, el momento eterno” de Sebastián Moreno.
A ser dirigida por el argentino Benjamin Avila (“Infancia clandestina”) y situada en los primeros días posteriores al golpe de 1973, relata cómo el religioso enfrentó a los militares para salvar vidas, en una coproducción de Chile, Argentina, Brasil y España, que fue la única participante chilena en el Forum de co producción de del festival de San Sebastián en 2019.

Origen
La idea de la película surge como resultado de una investigación que realizaron los guionistas chilenos Bernardita Olmedo, Paola Campos y Fernando Castillo.
De esa investigación nace la idea de narrar un momento poco conocido de la historia del cardenal, centrada en los años 1973 y 1975, desde que se produce el golpe hasta que se forma la Vicaría de la Solidaridad.
“Trabajamos una primera y larga etapa desarrollo sin director, solo con los guionistas y en conjunto con nuestros socios co-productores argentinos -Nathalia Videla y Juan Pablo Gugliota de Magma Cine de Argentina- con quienes configuramos producir y desarrollar una película relevante y de calidad, con una mirada universal que nos permita conectar no solo con Latinoamérica en términos de historia sino que también con el resto del mundo”, explica la productora Gabriela Sanndoval.
El objetivo es producir una película de calidad y con vocación de audiencias sobre una de las figuras más relevantes de la historia chilena y de los derechos humanos a nivel internacional, “como lo fue el cardenal Silva Henríquez”.
Bajo esta lógica, los creadores eligieron a Benjamín Ávila, para sumarlo como director y co-guionista, hoy pieza clave y fundamental del proyecto, junto a los coproductores Caio y Fabiano Gullane de Gullane Entertainment (Brasil) y Carlo D´Ursi de Potenza Producciones (España).

Retrato
La cinta relatará cómo, tras la violencia desatada por el golpe militar, el cardenal Silva Henríquez, entonces de 66 años, un hombre con un exacerbado sentido del deber, inicia una labor de ayuda a las víctimas de la represión, que se contrapone a su cauta actitud ante las autoridades del régimen.
Poco a poco se acercará a la cruda realidad, que develará una brutal dictadura a la cual él deberá hacer frente.
“El momento histórico que narra la película es un momento esencial en la historia latinoamericana y también en la vida de Silva Henríquez”, explica Sandoval.
La película cuenta solo dos años de su vida, los más determinantes al parecer de los creadores del film, y es “cuando sucede el proceso de transformación y toma de decisión del cardenal: apoyar al gobierno de Pinochet o ser uno de los más críticos opositores al gobierno militar”.
“Esa transformación de Silva Henríquez es el punto central del guion, y desde donde se construye su figura. Un hombre con grandes habilidades políticas y diplomáticas y, a su vez, un hombre de fe. Construiremos un relato íntimo a través del conflicto interno que conllevo su posición como dirigente eclesiástico y como hombre de fe”, anticipa.
Ávila apuesta a retratar al religioso desde un punto de vista humano, y desde la intimidad del mundo de hombres y mujeres que tienen poder y pueden decidir, en contra de su conveniencia personal, hacer el “bien”.
“Esa intimidad es la que Benjamín Ávila define como ‘la soledad de los héroes’, esa intimidad de la almohada donde las personas ‘importantes’ están solas y no saben que están haciendo historia, mientras tienen todas las dudas y miedos de cualquier persona ‘común”, comenta Sandoval.
“Lo heroico le pertenece a la historia, nunca al presente de la persona que lleva la acción. Ese es el punto de la película, y desde ahí se construye y trabaja su figura, y punto de vista del director y productores”, remata.
Filmación
Respecto a una fecha tentativa de filmación, Sandoval aventura finales del 2021, aunque todo depende de como avance la emergencia sanitaria tanto en Chile como en el resto del mundo.
“Si bien el mayor porcentaje del rodaje será en Chile, también contemplamos filmar en Argentina, y al ser una coproducción entre cuatro países esto involucra equipo artístico y técnico tanto chileno, argentino, español como brasileño”, explica.
La productora también comentó por qué, a su juicio, el cine sigue recogiendo los hechos ocurridos tras el golpe militar, hace casi medio siglo.
“Desde el cine podemos construir identidad, memoria, reflexión, y contribuir no solo al entretenimiento, sino que también a humanizarnos como sociedad. Y es por ello la necesidad que tenemos por rehacer nuestra historia -desde el cine- en donde para construir debemos rememorar y reflexionar”.
Para Sandoval, en este contexto el cine político o social, no sólo es relevante para la construcción de la memoria histórica de Chile y Latinoamérica, sino que también es un necesario e importante catalizador de debate y reflexión.
“Y más aún cuando no ha habido justicia en cuanto a las violaciones a los derechos humanos si solo nos referimos a los años más oscuros durante la dictadura militar. Y en ese contexto desde el arte y la cultura siempre se tendrá la capacidad de contribuir a la identidad, memoria y reflexión para encontrar un camino distinto como sociedad”, concluye.



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