Las erupciones en la piel podrían ser otro síntoma clave del coronavirus

Desde un comienzo de la pandemia se han detectado pacientes que tienen sarpullidos cutáneos en el cuerpo, pudiendo ser una condición común para los contagiados por el virus. Esta información ha sido confirmada por investigadores de la universidad británica King’s College London, quienes reunieron los datos de 336.000 usuarios de una aplicación móvil del país, descubriendo que el 8,8% de los que dieron positivo habían tenido una erupción cutánea dentro de sus síntomas.
A esto se suma un 8,2% de usuarios que no se habían realizado el test PCR, pero que tuvieron esta reacción en conjunto a otros síntomas clásicos: fiebre, tos, pérdida del olfato y del gusto. Frente a estos números, los especialistas recomiendan que aquellas personas que perciban estos sarpullidos en la piel vayan a realizarse test, a pesar de que sean el único síntoma.
Según una investigación realizada por médicos españoles y publicada en la reconocida revista de medicina Journal of the American Medical Association (JAMA), estas erupciones también se pueden percibir dentro de la boca. Esta patología se conoce como enantema, síntoma común en las enfermedades virales.
“Un enantema es un sarpullido en las membranas mucosas. Es muy común en los pacientes con enfermedades virales, como la varicela y la enfermedad de las manos, los pies y la boca. Una característica de muchos sarpullidos virales es que afectan a las membranas mucosas”, señaló a Healthday News la doctora Michele Green, del Hospital Lenox Hill de Nueva York, quien no participó en el estudio publicado el 15 de julio.
Según la información recopilada por los autores, estas lesiones en la piel aparecen durante los tres primeros días desde el inicio de los síntomas, el desarrollo de enantemas podría ser aún más rápido. De 21 de los pacientes con coronavirus y sarpullidos en la piel, el 29% (6) padecieron también erupciones dentro de la boca.
Hasta el momento estos síntomas se consideran sospechosos, se cree que en el caso de que efectivamente lo fueran, tendrían menor frecuencia en la enfermedad a los ya conocidos, pero serían más duraderos. Aseguran que la aparición de un sarpullido cutáneo o un enantema debe ser tomado con la misma precaución a la hora de decidir realizarse el test PCR.

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