El hombre con dos caras, Edward Mordrake; ¿real o ficción?




Inglaterra.- Internet es una herramienta que ha facilitado la vida de todos, pues con un par de clics es posible acceder a información nunca antes imaginada; sin embargo, también tiene sus puntos negativos, como la poca fiabilidad de la mayoría de datos encontrados y la capacidad de tergiversar historias reales.La historia que conocerás a continuación es uno de esos casos, se trata de Edward Mordrake, hijo de la condesa de Darlington de mediados del XIX, una terrateniente del sur del condado de Postmouth, en el Reino Unido. Su riqueza lo convertía en alguien odiado, aunque su rara enfermedad lo convertía en el centro de burla de algunos y el temor de otros.
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El hombre padeció el síndrome congénito denominado Diprosopia o duplicación craneofacial. En realidad consiste en la duplicación congénita de rasgos faciales, usualmente puede ser una nariz, ojo u oreja extra, aunque en su caso desarrolló un rostro completo en la parte posterior de la cabeza.A diferencia de los siameses unidos tras el nacimiento, la disprosopia no es consecuencia de la fusión o separación incompleta de dos embriones, es el resultado de una anomalía en una proteína que marca el patrón craneofacial normal.Edward tenía una estructura dominante completamente sana, su cara normal expresiva, y junto a ella su cara añadida semi-expresiva con músculos y nervios mal desarrollados y atrofiados desde el nacimiento. Según cuenta la “leyenda” la segunda cara parásita sonreía y movía los labios burlándose de su alter ego dominante, lo que con el tiempo conduciría al joven a una depresión irremediable.

Foto: Internet

Se dice que nadie más podía escuchar a su compañero, lo cual abre la posibilidad de que esas voces “del infierno” que decía escuchar fueran solamente producto de su imaginación, producto de una mente ya muy afectada por el estrés y las presiones que le causaba el ser miembro de su familia.La historia nació en un artículo publicado en el Boston Post en 1895 por  Charles Lotin Hildreth, y explicó el terrible desenlace de Edward Mordrake, que se quitó la vida a causa de la terrible depresión en la que se encontraba sumergido; en parte porque no “lo dejaba vivir tranquilo hablándole” y en otra por el trato que recibía de los demás.En un supuesto testimonio de Edward Mordrake aparecido en 1900 en el almanaque de medicina ‘Anomalías y curiosidades de la medicina’, de George M. Gould, se podía leer: “La imaginación no puede concebir las tentaciones espantosas en las que me envuelve. Por alguna imperdonable maldad de mis antepasados estoy cosido a este demonio, porque estoy seguro que es un demonio. Yo ruego y suplico para que lo eliminen del mundo, aunque yo muera”.Sin embargo los datos de este caso no vienen acompañados por un expediente médico verificado que confirme los hechos, por lo que deberá ser tomado como un simple mito-o por lo menos parte de-  hasta que se compruebe lo contrario, ¿Tú qué crees? ¿El caso de Edward Mordrake es real?



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