Covid-19: la mujer encargada de un parador para personas en situación de calle



“Una gran familia”, así describe María José al dispositivo parador montado por el Gobierno de la Ciudad el 28 de marzo para las personas que vivían en situación de calle. La pandemia trajo muchas pérdidas, entre ellas, vidas, trabajos y vínculos. Pero María José le puso al cuerpo a esta situación, y lejos de quedarse con los brazos cruzados, hoy es la encargada del parador donde, hace 5 meses, viven 140 varones que antes pateaban las calles de la ciudad.Con la producción original de Storylab, “Héroes invisibles” un docureality, que estrena este domingo, engloba pequeñas historias significativas de personas que están ayudando en distintas tareas con la pandemia del covid 19, la encargada del parador dialogó con Filo.news y contó todo acerca de este espacio. “Buenos Aires Presente funciona los 365 días del año, pero este parador en específico lo armaron por la pandemia. Tuvimos que colaborar con el armado de las camas y de los distintos espacios hasta que fue llegando la gente, a la mayoría yo ya los conocía de trabajar en la camioneta de la Ciudad para brindarles techo. La mayoría son personas con problemas de adicciones tanto de drogas como alcohol, pero ahora que estamos acá hace cinco meses están sanos”, afirmó orgullosa Majo, como le dicen en el parador. El sitio se conformó en la Avenida Rocca al 4200 frente al Parque de la Ciudad. El lugar es muy amplio y cuenta con espacios al aire libre, aunque es un área prestada específicamente para esta situación. Los varones que viven ahí tienen la posibilidad de tener apoyo psicológico y psiquiátrico para tratar sus abstinencias u otros problemas. “Empleamos mucho el deporte, tenemos taller de percusión y también se formó una iglesia. Para distraerse tienen televisores, conseguimos DVD’s y películas. Tenemos un espacio para disfrutar al aire libre y donde empleamos una huerta. Para no tocar la tierra del lugar que es prestado, armamos cajones y creamos nuestro espacio”, contó Majo. En el lugar tienen servicio de catering, todos los días llegan las viandas y comen juntos en el comedor. En el espacio no hay voluntarios, todos los que viven allí tienen turnos para ayudar y tareas que cumplir, de esa forma, según afirma María José impulsan el trabajo y la solidaridad con el otro. “Después de tanto tiempo somos una familia, nos conocemos entre todos. Antes algunos se levantaban con abstinencia pero nada que no se pueda solucionar charlando. Aparte de ser operadora social, me recibí de psicóloga, psiquiatra y médica en este lugar, todo se trata de contención”, aseguró la encargada. 
Después de tanto tiempo somos una familia

Majo trabaja de lunes a lunes de 8 a 20 horas y aunque hay días que necesita descansos asegura que en el parador la extrañan mucho. “No me puedo ausentar, me cuesta mucho tomarme un franco, no puedo hacerlo porque yo tengo el papel de la mamá ahí. Ellos necesitan contención. Es mi laburo, pero también es mi compromiso con la gente y así lo dice mi corazón”, aseguró. En el lugar hay viviendo 140 personas y la capacidad es para 170. En caso de llegar una persona nueva, tienen un sitio aislado para que pueda cumplir el aislamiento antes de insertarse en la gran familia. “Acá hay mucha gente contenta, escucho a personas que me dicen ‘a esta hora ya me habría tomado cinco vinos si estaba en la calle’, y te pones a pensar y decis si esta persona no viviera acá estaría en una situación deplorable en la calle. Hay fotos de los chicos cuando llegaron, y cuando las ven ahora, no lo pueden creer, están gorditos y sanos”, dijo Majo.También, hay jóvenes que saben cortar el pelo y se encargan de dejar prolijos a sus compañeros. Según contó la encargada, la mayoría pudo recuperar el vínculo con sus familiares, ya que los buscaron por redes sociales y se volvieron a poner en contacto.“Cuando llego a mi casa, festejo un día más de vida, corremos muchísimos riesgos, pero tenemos la satisfacción de que estamos ayudando a un montón de personas. Yo no hago la vista gorda. Mis papás son pacientes oncológicos y no los puedo ver, solo desde lejos a través de un vidrio. Es más fuerte la vocación que otra cosa, tengo un compromiso muy fuerte y no quiero defraudar a nadie”, explicó Majo. Y así, es como 140 personas que antes vivían en la calle, hoy conforman una inmensa familia. Si bien el lugar se montó temporalmente por la situación de pandemia, Majo espera que quede como un lugar fijo para ser utilizado como dispositivo parador. “Hay personas que piensan que el Estado está ausente, pero no es así. En Argentina no se perdió la solidaridad, esta pandemia sirvió para darnos cuenta de que antes nos quejabamos por pequeñas cosas”, finalizó emocionada María José. Tanto María José como otras personas que cumplen roles importantes en esta lucha colectiva, contarán su historia en el programa “Héroes Invisibles”, que se comenzará a emitir a partir de este domingo por América TV a las 19 horas. 
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