Un informe elaborado por la Universidad Católica y dado a conocer hoy por El Mercurio, abordó los casos de abusos sexuales al interior del clero chileno en el período 1970-2019, dio cuenta del impacto de la situación en los creyentes y aseguró que la respuesta institucional fue “limitada, insuficiente y negligente”.
El documento titularo “Comprendiendo la crisis de la Iglesia en Chile” se dividió en tres partes: naturaleza y alcance del abuso de menores en la Iglesia, la respuesta institucional y el impacto y daño de los casos.
El reporte dio cuenta de 194 miembros de la institución (incluyendo religiosos y diáconos) con denuncias por abusos contra menores, los que según el informe se producen según un patrón de personas cercanas y frecuentadas por los sacerdotes. Plantea además que los contactos con menores deben ser reglamentadas y los delitos tener sanciones severas.
“La respuesta que ha ofrecido la Iglesia Católica a las denuncias sobre abusos sexuales del clero ha sido limitada, insuficiente y negligente”. dice el documento, donde se añade que existió una “cultura del abuso y del encubrimiento”.
“El esfuerzo por mantener esta forma de respuesta en el caso de abuso de menores tuvo consecuencias completamente desastrosas”, añadió el documento.
Sobre la respuesta, el reporte planteó que las medidas han sido induficientes, porque muchos casos se han mantenido en secreto, se evitaron las sanciones civiles y disciplinarias. También el texto concluye una caída en la identificación católica.
