A 73 años de la sanción del voto femenino, recordamos el histórico hito



“Mujeres de mi Patria: Recibo en este instante, de manos del Gobierno de la Nación, la ley que consagra nuestros derechos cívicos. Y la recibo, ante vosotras, con la certeza de que lo hago, en nombre y representación de todas las mujeres argentinas. Sintiendo, jubilosamente, que me tiemblan las manos al contacto del laurel que proclama la victoria”, comenzó diciendo Eva Duarte de Perón un 23 de septiembre de 1947 en Plaza de Mayo durante la flamante promulgación de la ley sancionada el 9 de septiembre de 1947, que otorgó el derecho al voto a todas las mujeres argentinas.
 “Aquí está, hermanas mías, resumida en la letra apretada de pocos artículos, una historia larga de luchas, tropiezos y esperanzas”, dijo una emocionada Evita ante la multitudinaria concentración de Plaza de Mayo, luego de la sanción de la ley.

A partir de ese momento, las mujeres tenían los mismos derechos políticos y estaban sujetas a las mismas obligaciones que les acuerdan o imponen las leyes a los varones, rigiéndose por la misma ley electoral.De una vez por todas, luego de largas luchas por diferentes colectivos de mujeres y feministas, el derecho a elegir y ser elegidas para todos los cargos políticos nacionales, y el sufragio universal, llegaba para quedarse. Esta ley, fue aprobada durante el gobierno de Juan Domingo Perón y se puso en vigencia por primera vez en las elecciones presidenciales de 1951.

Ley 13010.

Sin embargo, antes del logro de este importante y fundamental derecho del reconocimiento político de las mujeres ante la discriminación a la que se encontraban sometidas, el cambio del rumbo de la historia, fue un camino largo y sinuoso.
 Durante la campaña para la sanción de la Ley del Voto Femenino, grupos de mujeres organizadas empapelaron las ciudades bajo el lema “la mujer puede y debe votar”, mientras Evita impartía sus discursos por radio, incitando a las mujeres a luchar por sus derechos.
“La mujer puede y debe votar, como una aspiración de los anhelos colectivos. Pero debe, ante todo, votar, como una exigencia de los anhelos personales de liberación, nunca tan oportunamente enunciados.”

Cabe destacar que hasta antes del 9 de septiembre de 1947, día que se sancionó la Ley de Voto Femenino, la Ley Sáenz Peña sancionada en el año 1912; establecía el voto secreto, obligatorio y universal (o sea masculino en el lenguaje político patriarcal de la época) y habilitaba sólo a los hombres mayores de 18 años a votar, nacidos en Argentina y residentes de las 14 provincias del país. Recordemos que Tierra del Fuego, Santa Cruz, Chubut, Río Negro, Neuquén, La Pampa, Chaco, Formosa y Misiones eran considerados territorios nacionales, y por lo tanto, no eligieron autoridades hasta las elecciones de 1951. 

Sin embargo, la lucha por los derechos cívicos femeninos tienen procedencia desde principios del siglo XX.”El reclamo por la sanción del voto femenino en nuestro país fue creciendo desde comienzos del siglo XX, y hasta su sanción en el año 1947 se presentaron 15 proyectos de ley. Pero siempre fueron rechazados por tener mayoría en el Congreso legisladores que la rechazaban. Desde antes de ser presidente, Perón se había manifestado a favor de la sanción de esta ley, y ni bien asumió volvió a hacerlo, convirtiéndose en el primer presidente de la Argentina en manifestarse a favor del voto femenino”, explicó la historiadora Julia Rosemberg en una entrevista brindada anteriormente a Filo.News.Julieta Lantieri, la médica que pudo votar en el año 1911
En el contexto del debate sobre la reforma electoral que llevaría a la llamada Ley Sáenz Peña, la doctora feminista Julieta Lanteri hizo una presentación judicial muy particular: reclamó que se le reconocieran plenos derechos como ciudadana, incluidos los políticos. Lo más curioso es que el fallo de primera instancia, luego refrendado por la Cámara Federal, resultó favorable. En 1911, los requisitos para empadronarse contemplaban, entre otros, ser ciudadano mayor de edad, saber leer y escribir, ejercer alguna profesión y tener domicilio en la ciudad de votación.

Julieta Lantieri, una luchadora incansable por los derechos femeninos.

La médica feminista Julieta Lantieri cumplía con ellos y exigió empadronarse, convirtiéndose en la primera mujer en la historia argentina en poder votar el 26 de noviembre de 1911, convirtiéndose en la primera sudamericana que logró acceder al sufragio.Al año siguiente, a estas condiciones se le agregó el poseer libreta de enrolamiento, por lo tanto, solo accedían los varones al realizar el servicio militar obligatorio.Durante varios años se presentaron diversas iniciativas que buscaron garantizar el voto femenino, aunque muchas de ellas ni siquiera se debatieron. Fue el representante del Partido Bloquista, Aldo Cantoni, quien al asumir la gobernación de San Juan, modificó la Constitución provincial y habilitó a las mujeres sanjuaninas a votar y a presentar sus candidatas en las elecciones municipales de 1928.Durante el resto de los años hasta el logro de su sanción, los debates por el voto femenino encendieron voces por parte de todos los sectores políticos y sociales. A pesar de ser una lucha del colectivo feminista, habían sufragistas femeninas que no querían que saliese el proyecto, porque “lo daban” los militares y para ellas, el peronismo era la “dictadura”, así lo menciona el historiador Pablo Vázquez, especialista en peronismo.Sin embargo, a pesar de los apoyos y oposiciones de la época, el 11 de noviembre de 1951, las mujeres argentinas votaron por primera vez. De esta manera, la obtención del derecho al voto femenino, marcó el camino para la obtención de otros derechos como la Patria de Potestad Compartida, la Ley de Divorcio y la Ley del Cupo Femenino, entre muchas otras más.

Playa de Mayo repleta de mujeres en el anuncio de la Ley 13010.



Source link

Related Posts

Add Comment