A través de una carta a El Mercurio, los hijos del exministro de Relaciones Exteriores durante la dictadura, Ismael Huerta, se fueron en picada contra la serie “Héroes Invisibles” exhibida por Chilevisión.
Según la misiva firmada por Jorge Huerta Dunsmore, Bernardita Huerta Dunsmore y Mina Huerta Dunsmore, “resulta lamentable que se recurra a la mentira para ensuciar la memoria de una persona que ya no está para defenderse y que no merece este ataque”.
A juicio de los hijos del exalmirante, la producción muestra a su padre “como una persona de poca inteligencia y cultura”, con una “caracterización burda e imprecisa”.
Incluso señalan que “llega al extremo de acusarlo de complicidad directa en abusos arbitrarios a terceros”, aludiendo a las violaciones a los derechos humanos registradas en la dictadura, siendo -de acuerdo a su versión- que “sus funciones como canciller no guardaban relación con lo narrado en la serie.”
Ismael Huerta fue interpretado en la serie por el actor Cristián Carvajal. Fue nombrado en diciembre de 1972, por Salvador Allende como Ministro de Obras Públicas, pero no siguió la senda constitucional y se plegó al Golpe cívico militar, siendo designado el 12 de septiembre de 1973 como ministro de Relaciones Exteriores por la Junta Militar de Gobierno. Luego, en julio de 1974 fue destinado como embajador ante las Naciones Unidas en Nueva York.
Los hijos de Huerta además aseguran que se contactaron con la producción de la serie “para poner a su disposición todas las fuentes primarias y material relevante para que la serie se ajustara a la realidad” y “solicitamos a los productores tener acceso al guión, pues usarían el nombre de Ismael Huerta”. “Nunca más obtuvimos respuesta de ellos, pese a nuestra insistencia”, denuncian.
La serie realizada por las productoras Parox (chilena) y Kahio (finlandesa), con un elenco conformado por actores y actrices nacionales como extranjeros, narra la historia del diplomático finlandés Tapani Brotherus, quien ayudó a más de 2 mil ciudadanos a escapar de la dictadura, pese a la orden explícita de sus superiores de ser neutral en el conflicto en Chile.
