Planta de amoniaco en Sinaloa promete desarrollo y crecimiento




Los Mochis, Sinaloa.- La planta de amoniaco que se construye en Topolobampo, significa una esperanza para quienes sueñan con el desarrollo industrial, el crecimiento económico, la generación de empleos y la anhelada diversificación productiva que desde hace décadas está en el discurso y en la mesa de discusión en Sinaloa. Sin embargo, quienes se oponen y discuten sin elementos de peso las supuestas afectaciones que un proyecto de esta magnitud tendría, se empeñan en desbarrancar una inversión superior a los 100 mil millones de pesos que llegaría en los próximos años.
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De estos, más de 20 mil millones se invertirán en los próximos tres años, para generar más de 2 mil empleos directos durante el proceso de construcción, sin contar la gran cantidad de fuentes de trabajo que de manera indirecta se promoverían o preservarían en la actual planta laboral.

Se va o se queda, esa es la cuestión. La disyuntiva parece fácil: se va o se queda. Sin embargo, cualquiera de las dos opciones es significativamente relevante para las economías regional y estatal, dada la magnitud de la inversión que, si se queda, sería la más alta para un proyecto realizado con capital privado en la historia de Sinaloa.Además, permitiría la instalación de la primera industria petroquímica en el Pacífico mexicano, lo que empujaría el desarrollo productivo de la región, pero a la vez estimularía la llegada de nuevos capitales, más inversión privada nacional y extranjera para la construcción de nuevas plantas industriales, que a su vez atraerían otras empresas de servicios, o bien, consolidar a las ya existentes en esta zona.Sin embargo, si se va, si quienes hoy dicen no a este proyecto de inversión, ese capital se instalará en otro lugar, donde existan mejores condiciones y garantías de pleno respeto al Estado de derecho, y donde la inversión productiva sea bienvenida y no esté sujeta a vaivenes en las decisiones gubernamentales o a presiones de grupos.Posturas
Para académicos e investigadores serios, respetados, la planta de fertilizantes de Gas y Petroquímica de Occidente es la oportunidad anhelada de impulsar la transformación industrial y productiva de Sinaloa, y particularmente de la zona norte del estado.Para el doctor Eder Jesús Lugo Medina, presidente del Consejo de Posgrado de la Maestría en Ingeniería del Instituto Tecnológico de Los Mochis, la instalación de esta planta “es una magnífica oportunidad de vincular a los estudiantes con el sector de la petroquímica, y que esta nueva industria sea campo de estudio para los estudiantes y egresados de la institución”, por lo que han avanzado en un convenio de colaboración con Gas y Petroquímica de Occidente. Se mostró confiado en que muy pronto los estudiantes y egresados del Tecnológico de Los Mochis, con el aval del Tecnológico Nacional de México, puedan hacer sinergia y contribuir al desarrollo de este megaproyecto en la industria petroquímica, rama en la que Sinaloa tiene muy poca participación, aunque sí una alta dependencia, particularmente por el tema de los fertilizantes y agroquímicos, pero que son importados, como es el caso del amoniaco. 

Eder Jesús Lugo, presidente del Consejo de Posgrado de la Maestría en Ingeniería del Instituto Tecnológico de Los Mochis. Foto: EL DEBATE

El doctor Eder Lugo expresó que es urgente para Sinaloa y para México concretar inversiones de esta envergadura porque crean nuevos polos de desarrollo, generan muchos empleos mejor remunerados y porque diversifican la industria.Impacto a Sinaloa
Mientras tanto, el secretario de Desarrollo Económico de Sinaloa, Javier Lizárraga Mercado, afirmó que la planta de fertilizantes de GPO es el detonante económico que requiere Sinaloa, cuyo impacto positivo será muy importante a nivel nacional e internacional, ya que, de concretarse, mandará una buena señal a los inversionistas de que Sinaloa es campo propicio para la inversión productiva.“Ahorita hay un tema muy importante en Sinaloa, el capital interesado en llegar al estado nos está checando con lupa el desenlace de este proyecto, por lo que es importante mandar una buena señal de que somos un estado productivo, un estado de diálogo y generamos este tipo de oportunidades porque sabemos que son importantes para detonar Sinaloa”.Sin embargo, advirtió que la detención o suspensión de este proyecto “sería sin duda un retroceso para el crecimiento y desarrollo económico del estado”.Dispuestos al diálogo
Por su parte, el director del desarrollo del proyecto, Víctor Vaca Cuéllar, aclaró que están dispuestos a dialogar, a sentarse en la mesa y generar acuerdos con quienes se oponen, para explicarles a detalle los alcances del proyecto y darle las garantías de seguridad en la operación, los beneficios medioambientales que generarán con los programas que ya han implementado y los que se harán antes, durante y después de la construcción.Agregó que el proyecto se ha socializado, sobre todo en los últimos tiempos, y desde hace mucho se han acercado a las comunidades pesqueras e indígenas para explicarles las bondades de la inversión y los alcances de los programas sociales, medioambientales, así como todo lo relacionado a la remediación de la bahía y, en general, al sistema lagunar Ohuira-Topolobampo-Santa María. 

Víctor Vaca Cuéllar, Director del proyecto de la planta de amoniaco. Foto: EL DEBATE

Sobre los beneficios que esta planta traería, señaló que no sólo se trata que la empresa gane, sino que se beneficiará a los productores agrícolas con fertilizantes más baratos, con la garantía de abasto y suministro oportuno, lo que les permitirá reducir considerablemente sus costos de producción y, por ende, elevar la rentabilidad de sus cultivos.Beneficio al pescador
Para los pescadores, dijo, los beneficios serán múltiples, ya que, una vez saneada la bahía, se incrementará la producción pesquera, pero además se creará una integradora para que puedan vender sus productos a precios más justos, lo cual se reflejará en su economía, amén de que tendrán mejores oportunidades de exportar la producción.Asimismo, se realizará un programa de repoblación de larvas de camarón en la zona de captura dentro del perímetro del sistema laguna Santa María-Topolobampo-Ohuira, con el propósito de incrementar la producción del crustáceo, para beneficio del sector pesquero tradicional.

CLAVES:
Inversiones. A pesar de las inversiones avaladas por el Gobierno de Alemania, GPO no ha podido echar a andar el proyecto de producción de fertilizantes.
Ecología. Las voces que se oponen a la construcción de la planta aducen que está en un sitio Ramsar y que se afectaría flora y fauna de  la bahía de Ohuira.
Procesos. La planta de fertilizantes ha tenido varias demandas ante los tribunales. Aunque se han desistido en algunos, quedan dos por solucionarse.
Consulta. El proyecto de la planta ha sido incluido en el presupuesto de infraestructura, pero aún no se destraba porque falta la consulta para ver si la aprueba gente originaria.

LOS PROS:Los beneficios de instalar en Sinaloa una planta de fertilizantes como la de GPO son:
Abarata precio de fertilizantes al eliminar altos costos de transportación e importación.
Garantiza el abasto oportuno y siempre a tiempo del fertilizante (amoniaco).
Elimina el desabasto y la especulación.
Fortalece la economía regional por la magnitud de la inversión y la generación de empleos.
Diversifica la vocación industrial de Sinaloa.
Se convertiría en un proyecto insignia para que Sinaloa envíe una buena señal a los inversionistas de que existe pleno respeto al Estado de derecho. 
Atrae nuevas inversiones al convertirse en una industria ancla para otros proyectos de gran magnitud.
Consolidaría la industria petroquímica en el Pacífico mexicano y fortalecería las cadenas de valor. 
Llegaría a Sinaloa una inversión superior a los 24 mil millones de pesos en los próximos tres años.
La inversión superaría los 100 mil millones de pesos de aquí al 2030 de manera continua, con la garantía de generar más y mejores empleos. (Fuente: GPO).

LOS CONTRAS:Si el proyecto no se concreta:
Sinaloa perderá la oportunidad de convertirse en un referente para la atracción de inversiones.
Enviará una mala señal al capital productivo que busca nuevos nichos de oportunidad de inversión.
Difícilmente otras empresas nacionales o extranjeras le apostarán el desarrollo industrial en Sinaloa si no hay garantías de respeto al Estado de derecho. 
Se perderá la única oportunidad viable de remediación de la bahía de Ohuira, afectada por altos niveles de contaminación por descargas de aguas residuales y de agroquímicos.
Continuará el deterioro de la actividad pesquera que, al construirse la planta, se vería beneficiada con programas de limpieza (remediación) de la bahía, repoblamiento de larvas de camarón y la creación de una integradora para que vendan mejor su producción. 
Persistirá alta marginación que prevalece en las comunidades aledañas al proyecto de la planta de fertilizantes, que ven en esta una oportunidad de desarrollo para sus pueblos. 
Difícilmente otra empresa se interesará en impulsar programas sociales que lleven beneficio directo y real a los habitantes de esas comunidades. (Fuente: GPO)



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