Con una clase educativa dirigida a niños de Lo Barnechea y liderada por Alexia, un corpóreo de un gato Colo Colo, el Gobierno dio a conocer ayer una guía para enseñar a la población cómo convivir con la fauna nativa, tras constatarse un alza de los avistamientos de estos animales en la precordillera de la Región Metropolitana.
Años anteriores los cóndores y águilas comenzaron a masificarse en las comunas al norte de la capital, mientras que en estos meses quienes han irrumpido son los pumas. Si el 2019 las autoridades capturaron dos de estos felinos en la zona, este 2020 van diez ejemplares, de los cuales seis ya han sido reinsertados a su hábitat.
“Esto ha estado ocurriendo con mucha más frecuencia y es muy posible que siga ocurriendo. Los animales ya se están acostumbrando a bajar a la ciudad”, afirmó Felipe Ward, ministro de Vivienda y Urbanismo, cartera del cual depende el Zoológico Nacional, quienes junto al Servicio Agrícola y Ganadero apresan y reinsertan a los pumas.
La cartera, junto a su par de Agricultura, conformó mesas con expertos para ver cómo afrontar este escenario, instancia de la cual nació la guía con cuatro consejos para los habitantes de esas zonas.
Una de las recomendaciones es nunca alimentar a un animal silvestre, pues pese a que se cree que ellos bajan a la ciudad en busca de comida ante la sequía cordillerana, el darles comida genera un doble riesgo. Alejandra Montalba, directora del Zoo Nacional, explica que esa interacción los fomenta a seguir yendo a la ciudad, y también afecta su rol en la cadena alimenticia de la cual es parte.
Otro consejo, que apunta específicamente al avistamiento de pumas, es nunca salir arrancando pues el felino pensará que se trata de una presa. En cambio, la guía del Gobierno recomienda “actuar para parecer peligrosos” levantando los brazos, aumentando el volumen del cuerpo y gritándole para que el puma se sienta amenazado y huya. “Los pumas son animales muy tímidos con las personas”, asegura el documento estatal.
Los otros consejos apuntan a no socorrer si el animal nativo, cualquier sea su especie, está herido, pues puede volverse agresivo; y resguardar a las mascotas, ya que aunque es poco probable que la fauna silvestre los ataque, hay algunas especies como los pumas que sí pueden hacerlo.
Si el avistamiento es de un puma, el llamado es a avisar a Carabineros o el municipio, mientras que si se trata de otras especies sólo se debe avisar en caso de que el animal esté herido.
